Los Diccionarios de Filosofía

mayo 07, 2015

Un diccionario siempre es una herramienta muy útil. Generalmente está escrita en forma de libro –aunque también puede hacerse en una página web- donde las palabras de una lengua o de una disciplina aparecen ordenadas alfabéticamente o bajo otro criterio y explicadas de acuerdo a su uso, equivalencia, origen o historia.[1]

En la lengua española los diccionarios aparecen, al parecer, en 1490, cuando Alonso de Palencia (El Universal Vocabulario en Latín y en Romance) y en 1492, cuando Elio Antonio de Nebrija (Diccionario latín-español), hicieron sus diccionarios de traducción del latín al español. Nebrija fue el primero en Europa en hacer un diccionario importante. Su idea fue imitada en otras lenguas y por otros autores.

Posteriormente Sebastián Covarrubias en 1611 hizo su Tesoro de la Lengua Española, que fue un diccionario monolingüe que explicaba el origen de la lengua española. Era un diccionario etimológico. Luego en el siglo XVIII cuando surgió la Real Academia de la Lengua Española se oficializó e institucionalizó el uso de los diccionarios. Esta Academia publicó en 1726 su Diccionario de Autoridades (de los académicos que normaban el uso del español). Fue entonces cuando surgió la lexicografía moderna con ficheros que pretendían dar cuenta del uso razonable de una lengua, para dar seguridad de una lengua.

Los diccionarios se pueden clasificar según su función en monolingües si usan un solo idioma o bilingües si traducen un idioma a otro. Pero también se pueden dividir en normativos (que dicen cómo se debe de usar correctamente una terminología y cómo no se pueden usar respecto a la norma), etimológicos (se ocupan del origen de una palabra) y descriptivos (estos muestran el uso de una terminología). Algo tienen de normativo y de descriptivo todos los diccionarios. Sin embargo, hay un énfasis en uno u otro aspecto en los diccionarios normativos y descriptivos.

Los diccionarios temáticos son diccionarios descriptivos que hacen, en cierta forma, norma al describir los usos técnicos dentro de una disciplina. El primer diccionario especial en lengua española fue el diccionario de Terreros y Pando de voces de las ciencias y las artes. Surgió también en el siglo XVIII, específicamente en 1775, aunque permaneció inédito por muchos años por su expulsión de España, ya que este autor era un jesuita. En el caso concreto de la Filosofía el primer diccionario de este tipo surgió en la lengua francesa y fue el Diccionario Filosófico de Voltaire, que fue publicado en 1764.[2] Voltaire tenía la propuesta de una obra colectiva que hiciera pública y compendiada las ideas de los Filósofos. La obra iba a ser auspiciada por Federico II de Prusia. Sin embargo su distanciamiento con el mandatario anuló el proyecto. Posteriormente Voltaire participó en la edición de la Enciclopedia de Didedot y D’Alambert, pero también se alejó de dicho proyecto por la censura que recibió uno de sus artículos que hablaba de la ciudad de Ginebra. Así que finalmente emprendió solo la idea de su diccionario y publicó 73 entradas a lo largo de 352 páginas, empezando con “Abraham” y terminado con “Virtud”. La obra se fue reeditando y ampliando, hasta que la edición de 1769 juntó 118 artículos.

En otras lenguas fueron surgiendo los diccionarios de Filosofía. Así en el siglo XIX podemos encontrar obras tales como el Vocabulario de Filosofía del Dr. William Fleming o el Diccionario de Términos Filosóficos Ingleses de Francis Garden del Trinity College de Cambridge.[3]

En la actualidad se pueden encontrar varios diccionarios de Filosofía en el mercado. El más importante sin duda es el Diccionario de Filosofía de JoséFerrater Mora, una monumental obra de corte enciclopédico, no sólo de valor para la lengua española, sino para el mundo académico de todas las lenguas. Otros diccionarios importantes son el Diccionario de Filosofía de Nicola Abbagnano, publicado por el Fondo de Cultura Económica o el Diccionario de Filosofía de Walter Brugger publicado por Herder. Con el boom de la edición y publicación de diccionarios en el siglo XX también se pueden encontrar diccionarios filosóficos especializados en áreas o autores. Está por ejemplo el Diccionario de Lógica y Filosofía de la Ciencia de Jesús Mosterín y Roberto Torretti o el Diccionarl de Filosofía Política de Philipphe Raynaud y Stéphane Rials, entre muchos otros.