Antífrasis o ironía.

La antífrasis es una figura de pensamiento que da el sentido de algo haciendo uso de palabras que significan algo diferente o incluso lo contrario, o bien con una entonación de voz que transmite un significado distinto o bien opuesto al dicho. Con sencillez se puede decir que en esta figura se afirma lo contrario a lo que se dice,  expresa un significado a través de un enunciado de sentido literal diferente a lo que se quiere decir tácitamente. Es de carácter irónico, regularmente se entona así (con ironía), pues se expone una idea haciendo uso de la idea contraria; pero no es necesario siempre.  Altera la lógica del discurso.  Es la traslación de un significado a su opuesto. Es el contexto el que da las claves para darse cuenta de este juego de significados.
En alemán es conocida como Gegensinn. En el español también se le suele designar como ironía. . Etimológicamente ironía significa disimulación.  
En la ironía  hay un disimulo de la opinión real, pero ésta es captada por algún grado de evidencia dado en el tono de la voz, en el significado, en el contexto de la frase, en la forma de expresión del orador. Esa evidencia, ese marcador que da es ambiguo. Muchas veces no es captada por el oponente o por la totalidad del auditorio, pero se supone la capacidad de ambos para darse cuenta de la ironía.
Por lo general la ironía está en la propia frase (expresión antifrásica), pero a veces está en parte o la totalidad de un discurso (ironía ideológica).  La ironía ideológica es más sutil.
Si la ironía consiste en exponer una realidad distinta a la existente se le llama anticatástasis. Puede generar un tono de burla o puede mostrarse, disfrazarse con un tono de seriedad (carientismo o scomma). La ironía puede fingir actitudes o puntos de vista. A veces expone lo positivo de algo para evidenciar lo negativo. Si se finge un reproche para hacer un elogio (asteísmo), o bien se puede fingir una burla cuando se está siendo amable (hipocorismo), o bien puede haber una burla real que provoca irrisión (micterismo) y puede en ocasiones  llegar a la crueldad (sarcasmo), o a la imitación de la voz, gestos, aspecto del otros que genera una caricatura o mímesis.
Si la ironía es aplicada por el orador a sí mismo, se llama autoironía. O bien está destinada a su oponente, como hace el Sócrates de los diálogos platónicos.
Ejemplos: “Su violenta amabilidad”,  “¡qué respuesta tan más inteligente!”, etcétera.

Bibliografía.


Angelo Marchese y Joaquín Forradellas, Diccionario de Retórica, Crítica y Terminología Literaria, edit. Ariel, Barcelona, 2013.
Antonio Azaustre y Juan Casas, Manual de retórica española, edit. Ariel,  Barcelona, 2011.
Federico Carlos Sainz de Robles, Diccionario de la Literatura, t. 1, Edit. Aguilar, Madrid, 1982.
Fernando Lázaro Carreter, Diccionario de Términos Filológicos, edit. Gredos, Madrid, 1998.

Helena Beristáin, Diccionario de Retórica y Poética, Editorial Porrúa, 9ª  ed., México, 2006.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Proposiciones atómicas y proposiciones moleculares

¿Qué son las artes menores?

¿Qué es un instagrammer?