Anticlímax
Es una figura de
pensamiento también llamada contragradación. En griego clímax significa escalera. Es la
anti-escalera. Es definida como la reunión en una misma estructura o periodo de
una gradación ascendente o descendente en la intensidad de la narración. En
otras palabras, en lo narrado surge una
gradación de intensidad, de tal manera que surge un clímax y luego un descenso abrupto,
regularmente inesperado que genera una tensión descendiente. Es efectivo por sus efectos rítmicos en la
poesía; pero también es efectivo en la prosa por sus efectos semánticos. Eso
aplica para los discursos oratorios.
El anticlímax se utiliza para cerrar un párrafo o una composición de una
manera fuera de lo esperado. No obstante, regularmente se usa el anticlímax
como antecedente de un clímax mejor.
Puede mezclarse con la autoinculpación para ganarse la buena actitud de
un público hostil o puede utilizarse como una burla o parodia a los finales muy
utilizados.[1]
Ejemplo:
“Como buen cazador acechó a su presa, estudió sus hábitos, analizó sus
debilidades, tendió una trampa perfecta, planeó cada detalle para dar un golpe
artero. Llegado el día esperado simplemente
no hizo nada”.
La tensión ascendente que el relato va creando se ve interrumpida por una
caída brusca.
Bibliografía
Federico Carlos Sainz de Robles,
Diccionario de la Literatura, t. 1, Edit. Aguilar, Madrid, 1982.
Fernando Lázaro Carreter, Diccionario
de Términos Filológicos, edit. Gredos, Madrid, 1998.
[1] http://retorica.librodenotas.com/Recursos-estilisticos-semanticos/anticlimax
(consultado el 16 de mayo del 2015).
Comentarios
Publicar un comentario