Mileto

Todos apreciamos nuestras posesiones y las experiencias y recuerdos que éstas generan.  Se convierten en un soporte de nuestra vida mientras tienen una función positiva. Pero también hay un lado negativo. El problema es saber no adherirse a las cosas que se poseen. El que compra compulsivamente cosas trata de saciar una ansiedad, de calmar el estrés. Depende afectivamente de los objetos. Así que al no apegarse a las cosas, el ser humano puede abrirse a nuevas experiencias, a nuevos regalos, para evitar el desorden, evitar el dolor, para abrirse al amor. Esto aplica no sólo con los objetos, sino con las relaciones humanas. En el Zendo (es decir, las salas de meditación del budismo zen) la limpieza es un trabajo muy importante para lograr la meditación. El estudiante de meditación suele hacer la limpieza en silencio, en un estado de vacuidad mental y agachado bocabajo sobre sus manos y pies. El que limpia está conectado directamente con la actividad que está realizando. Se busca lograr

Es una palabra o frase que se repite por hábito en un discurso. La muletiilla o vacilación hace referencia metafóricamente a una muleta que se usa para andar. Es frecuente en la lengua hablada, pero también puede aparecer en la escrita. Es un vicio del lenguaje. Empobrece lenguaje y limita el vocabulario. No aporta nada. Puede ser molesta para un escucha. Se utiliza para rellenar los huecos en una participación o para enfatizar. Es una especie de tic verbal generado por nerviosismo. Regularmente se usa cuando no sabemos bien qué decir o cuando se tiene una inseguridad para hablar en público. Por lo general una muletilla es un pronombre, una interjección o una jerga social o profesional. Ahora bien, en el ámbito de la comunicación existe otra forma de muletilla que puede acompañar a la participación del orador. Se le llama muletilla gestual o manerismo. Es el uso reiterado de movimientos, gestos y/o ademanes. Según la RAE es un rebuscamiento expresivo. Los manerismos también pue