Complexión o complexio
Es una figura de
palabra que consiste en un sentido amplio en la acumulación de palabras de una misma significación y no
necesariamente la misma palabra, sino términos distintos: tanto sinónimos auténticos, como sinónimos
relativos. Más específicamente también se puede entender como aquel recurso que
repite una misma palabra o significación tanto al principio, como al final de una
o varias frases o enunciados entrelazados. Por ejemplo: “La comunicación no solamente es
una virtud que caracteriza a las sociedades, sino también notamos que los
grandes hombres se caracterizan por ejercer y dar valor a la comunicación”. Aquí se repite el término “comunicación” al
principio y al final del enunciado. Se puede repetir a lo largo de más
enunciados continuos. Claramente tiene un efecto de énfasis.
En este sentido la complexión es la combinación de la anáfora y la epifora
y no es un mero sinónimo de la acumulación o enumeración. También se le puede considerar como una
categoría que sirve para referirse a la anáfora y a la epifora, no como un
recurso combinado en uno nuevo, sino como un género lógico que abarcaría a
ambas estructuras por separado. También se le suele llamar complexio o
simploce.
Bibliografía
Angelo Marchese y Joaquín Forradellas, Diccionario de Retórica, Crítica y Terminología Literaria, edit.
Ariel, Barcelona, 2013.
Antonio Azaustre y Juan Casas, Manual de retórica española, edit. Ariel, Barcelona, 2011.
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Fernando Lázaro Carreter, Diccionario de Términos Filológicos, edit. Gredos, Madrid, 1998.
Helena Beristáin, Diccionario
de Retórica y Poética, Editorial Porrúa, 9ª
ed., México, 2006.
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