¿Qué es la bioética?
La bioética es
una rama del conocimiento multidisciplinaria –no sólo filosófica- reciente. Surgió en los años 70 en los Estados
Unidos. Ella tiene su origen en la ética
médica, la cual data desde los tiempos de Hipócrates. No obstante, la supera en el sentido de no ser una ética sólo para médicos, sino para el
resto de los agentes sociales y que extiende su reflexión incluso a animales y
vegetales. Es decir: “La bioética crea
un espacio de interacción comunicativa en el espacio público, abierto y
pluralista, en el que distintas comunidades de pensamientos puede expresar y
discutir acerca del sentido de sus creencias y valores que son cuestionados por
el desarrollo biomédico”.[1]
La bioética es un discurso y es una práctica, es una reflexión especulativa,
pero también normativa de la acción, que muestra una tensión entre lo
particular y lo universal. Baroness Warnock define a la bioética como “el
estudio de la moral y las implicaciones sociales de los desarrollos en las ciencias biológicas y la tecnología”.[2] Se plantea preguntas sobre el derecho del
hombre de intervenir sobre otros hombres y seres vivientes, si hay una dignidad
o valor especial del ser humano.
En parte, ella surgió
de las declaraciones de instituciones internacionales, como la Organización Mundial de la Salud, que se
pronunciaron en contra de la experimentación con humanos que se realizó durante
la Segunda Guerra Mundial. Un tercer factor que colaboró en su surgimiento fue
el asistencialismo de los Estados occidentales de la década de los años 60, que
fue acompañado por cambios sociales respecto al suicidio, el aborto, la
homosexualidad, el divorcio, la
anticoncepción. Un cuarto factor fue el sofisticado desarrollo técnico de la
medicina que permitió la fecundación artificial, la manipulación genética y la
creación de técnicas complicadas de intervención sobre el paciente (cirugías,
reanimación, trasplante de órganos) y la invención de nuevas medicinas que
permiten la prolongación de la vida, incluso en situaciones de agonía.
El neologismo
“bioética” fue inventado en 1971 por Potter van Renseler en su libro Bioethics: Bridge to the future. Ahí
tenía el sentido de crear una ética a partir de las ciencias biológicas para
mejorar la calidad de vida de la gente. En 1969 y 1973 se fundaron dos centros que se
dedicaron a la investigación bioética en E.U.A: el Institute of Society, Ethics and Life Sciences, que hoy es el Hastings Center que fue fundado por el
psiquiatra William Gaylin; y posteriormente se fundó el Joseph and Rose Kennedy Institute for the Study of Human Reproduction and Bioethics.
Los temas de la
bioética se pueden resumir en los siguientes puntos:
1)
La relación médico-paciente (incluyendo a los
equipos de asistencia), la salud y la sociedad.
2)
La experimentación humana y la reglamentación de
la investigación en los seres humanos.
3)
Las técnicas relativas a la procreación.
4)
Las técnicas que rodean al envejecimiento y la
muerte.
5)
Las intervenciones en el patrimonio genético del ser humano.
6)
Las intervenciones en el cuerpo humano.
7)
La manipulación de la personalidad y la
intervención en el cerebro.
8)
Las técnicas y los enfoques acerca del ambiente y los seres no humanos.
Estos temas en concreto se traducen en discursos y acciones en torno a la
eugenesia, la eutanasia, el encarnizamiento terapéutico, la experimentación con
animales, el manejo de productos
transgénicos, los abusos de las
farmacéuticas sobre algunas comunidades marginadas, el trasplante de órganos, la clonación, las técnicas artificiales de reproducción, la
renta de úteros, la venta de gametos
(óvulos y espermatozoides), el aborto,
la anticoncepción, la manipulación de embriones y su estatus como personas.
Hay
en la bioética una corriente tradicional deontológica-teleológica, que establece
fines y un deber ser a los actos
morales; pero también cuatro corrientes más modernas: el principismo, la
bioética procedimentalista y la bioética contextualista y la bioética casuística.
La primera de éstas trata de establecer
principios de acción en la bioética, tales como el principio de autonomía (de
quien toma la decisión en el dilema moral), el principio de bienestar (que
consiste en hacer el bien al otro), el principio de no malestar (que consiste en no dañar al
otro), el principio de justicia distributiva (en relación con la aplicación de
la salud). De dichos principios se desprenden reglas, como la del
consentimiento del paciente, la regla de
la confidencialidad, etcétera. Luego tenemos la bioética procedimental de Engelhardt que busca la fundamentación de la
bioética en un pluralismo de corrientes que dialoguen y lleguen a acuerdos, que
la ética se convierta en una forma de resolver controversias, aunque no se
unifiquen los puntos de vista. También respeta el derecho de alguien a no
llegar a un acuerdo y aislarse. Luego está
el contextualismo. Esta postura considera las repercusiones sociopolíticas de
las decisiones bioéticas tomadas en una sociedad a corto y largo plazo.
Finalmente tenemos la casuística que pretende valorar cada decisión ética en
función de cada caso particular. Pretende dar soluciones morales específicas,
concretas, no universales. No obstante,
toma casos paradigmáticos para elaborar sus reflexiones, pero a sabiendas que
su reflexión es una interpretación. Luego, la casuística se puede reducir al
contextualismo.
Como ven, estas son sus corrientes filosóficas que permiten
articular sus discursos y acciones. La bioética no es un solo enfoque, ni una
sola disciplina, es una confluencia multidisciplinaria y plural teóricamente.
Cuestionario
1. ¿Qué
es la bioética?
2. ¿Cuáles
son los temas de la bioética?
3. ¿Cuáles
son las principales corrientes filosóficas de la bioética?
4. ¿Cómo
surgió la bioética?
5. Ve
la Película Mar Adentro, relaciónala con
las tres posturas de la bioética que hay a través de una reflexión escrita e
investiga el caso real ahí presentado y las repercusiones sociales que tuvo. O bien, compara la siguiente entrevista con lo dicho en este texto en media cuartilla.
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