Protágoras y la eubolía
Protágoras fue definido por
Sócrates en la obra platónica que lleva su nombre, como un sofista, es decir
como alguien que hace hábil en el hablar, aunque no le quedaba claro en qué
hacía hábil para hablar.[1]
El abderita desde luego se ostentó como maestro del arte sofístico (sofistikên
teknên) frente a su interlocutor.[2]
Sin embargo, el “arte
sofística” de la que nos habla Platón quizá no sea el arte de los sofistas
sino la technê de Protágoras
generalizada por el ateniense a todos ellos y vista desde los ojos del filósofo
ateniense, pues, como ya vimos, en realidad la sofística no era homogénea y el
propio Protágoras muestra sus diferencias metodológicas respecto a Hippias.[6]
De cualquier manera, Platón
nos muestra un Protágoras que creía que dicho arte era antiguo y había tomado
el camuflaje de la poesía, los misterios y oráculos, la gimnasia y la música.
Estaba representado por encumbrados pero encubiertos sofistas como Homero,
Hesíodo, Simónides, Orfeo, Museo, Icos
de Tarento,[7]
Heródico de Selimbria,[8]
Agátocles[9]
y Pitóclides de Ceos.[10]
¿Qué clase de sofía se ocultaba tras ellos?
La de la educación[11]
que implicaba ser mejor (beltíon) cada día.[12] Protágoras precisó todavía más: el enseñaba
la euboulía en asuntos “familiares”:
la administración de la casa y de la ciudad (ser el más capaz para
hablar y obrar en relación con la polis).[13]
La sofística sin disfraces era ésta
y tenía un claro matiz ético-político. Incluso Alexandre Koyré no dudó en
identificar la eubolía con la “ciencia social” o la “ciencia del
gobierno”.[14]
Claro que desde su raíz griega, quizá
más bien se debería entender como el arte del buen juicio (eu-boulía) y
ahí se pueda subsumir ya al arte del logos.
En fin, este concepto de eubolía,
suena extraño. Fue traducido como prudencia por Ute Schmidt y Javier Martínez[15];
pero C.C.W. Taylor prefirió presentarlo como proper
management, mismo significado que es reproducido en su equivalente español
(buena administración) en la traducción de Carlos García Gual de Gredos.[16]
Pero, si consideramos que euboulía en el siglo V a.C. significaba buen o
sabio consejo,[17]
aparece con claridad su sentido original.
Ahora bien, el problema de
la eubolía se relaciona con el de la relación “naturaleza – cultura” a
partir de la posibilidad de la enseñanza de esto.
En el Protágoras,
pues, Sócrates después de
escuchar que el abderita enseña la eubolía, dudó –o simuló dudar- que esto fuera
enseñable[18] y
“esto” se convirtió repentinamente en una areté.[19]
Luego, el esposo de Jantipa –sin protesta alguna del sofista- homologó eubolía
y virtud con la misma despreocupación con que homologó el arte sofístico con el
arte político[20] y
pidió a Protágoras demostrar la enseñabilidad de la virtud, quien con docilidad
así procedió a través de un mito,[21]
donde justamente el problema de la naturaleza humana resaltaba y se desdoblaba
en la dualidad naturaleza-cultura.
[2] Protágoras 316 d.
[3] Estobeo, Flor., III, 29, 80.
[4] Martha C. Nussbaum comenta que la concepción
protagórica de tecnhé es muy distinta de la platónica. Mientras que el sofista
la entiende como una técnica cualitativo-deliberativa, plural en sus fines,
cuyas actividades constituyen sus
propios objetivos, Platón entiende que una techné debe poseer un fin único,
externo a las actividades que realiza (sea material o sea idealmente) y medible
cuantitativamente (Martha C. Nussbaum, La fragilidad del bien. Fortuna y
ética en la tragedia y filosofía griega, traducción de Antonio Ballesteros,
Visor, Madrid, 1995, p. 148-149).
[5] Protágoras y Gorgias, Fragmentos y
Testimonios, trad. de José Barrio Gutiérrez, Orbis, Buenos Aires, 1984,
p. 74.
[6] Protágoras 318 e. Desde luego los sofistas tenían una
preocupación común por el estudio de la phúsis, y las Humanidades,
especialmente la ciencia del lenguaje y la política. No obstante, sus postulados y enseñanzas al respecto variaban.
[7] Era un atleta y entrenador también
mencionado en Leyes VIII, 839 e. (Platón, Protágoras, trad. de Ute Schmidt, UNAM, México, 1994, p. XLVI).
[8] Era un médico y entrenado de Mégara. Aparece
también en República 406 a-b. (Platón, Protágoras, trad. de Ute
Schmidt, UNAM, México, 1994. p.
XLVI).
[9] Músico famoso que es citado en
Laques 180 d (Platón, Protágoras, trad. de Ute Schmidt, UNAM,
México, 1994, p. XLVI).
[10] Otro músico destacado originario de
Ceos (Platón, Protágoras, trad.
de Ute Schmidt, UNAM, México, 1994, p.
XLVI). Todos estos supuestos sofistas son enlistados en Protágoras 316
d-e.
[11] Protágoras 317 b.
[14]Alexandre Koyré, Introducción a la
lectura de Platón, trad. del inglés
de José M. Cajica Jr, José M. Cajica
Jr., México, 1947, p. 41, n.
8.
[15] Platón, Protágoras. Gorgias. Carta
Séptima, trad. del griego de Javier
Martínez García, Alianza, Madrid, 1998, p.
55; y Platón, Protágoras, trad. de Ute Schmidt, UNAM, México, 1994, p. 14.
[16] Platón, Diálogos I, trad. de
Julio Calonge, Emilio Lledó y Carlos García Gual, Gredos, España, 1993, p.
521; y
Platón, Protagoras, Clarendon Press, trad. de C.C.W. Taylor, Hong Kong, 1989, p. 318.
[17] Edward
Schiappa, Protagoras and Logos. A Study in Greek Philosophy and Rhetoric,
Univesity of South Carolina Press, Columbia, 1991, p. 184.
[21] Protágoras 320d-323 a.
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