Los predicables.


La aceptación de distintos tipos de conceptos implica un pequeño problema: que los conceptos se relacionan unos con otros de diversas formas a la hora de pensar.  Los predicables surgen cuando hacemos juicios, o sea, atribuimos una idea a otra y, por lo tanto,  son ideas universales reflejas. Ahora bien, dicha atribución, desde un punto de vista gramatical, está formada por un sujeto, verbo y predicado. V.g. “Mi primo es divertido”; a la idea “mi primo” le atribuimos por medio del verbo “ser” la idea “divertido”. No obstante, “divertido” también puede ser mi perro, un chiste de mi vecino o el ritmo de la banda Café Tacuba. ¿Entonces, de qué modo hacemos la predicación? ¿Cómo se relaciona la idea de divertido con mi primo?
Los conceptos, de acuerdo a sus propiedades (comprensión y extensión), se vinculan entre ellos de varias formas. Un concepto puede ser más amplio que otro y éste a su vez subordinado a una idea más amplia: “divertido”, en cierto sentido, es más amplio que “primo”.  "Divertido" abarca a más seres, pero se subordina a "primo", al ser su predicado. 
 O bien, un concepto se puede referir a una condición general e invariable de un objeto o bien a una condición específica y variable. Por ejemplo, el concepto “color” es atribuible a todos los perros, pero mi “Firulais” es blanco. Los  primos son “hijos de los hermanos de alguno de mis padres”,  pero algunos primos son “divertidos”, otros “aburridos”, etc. Precisamente a las maneras en que se relacionan los conceptos entre sí, cuando se atribuyen unos a otros (modos de predicación) se les llama predicables.  En otras palabras, un predicable es un concepto que se puede predicar de algo.
            Hay dos tipos de predicables: esenciales y no esenciales.[1] Los esenciales apuntan principalmente hacia la extensión de los conceptos; en cambio, los no esenciales se concentran en la comprensión.

Los predicables esenciales


Cuando vimos la ley de la extensión y comprensión de los conceptos, vimos que había ideas de mayor o menor extensión que otras. ¿Recuerdas? Golosina es más extensa que chicle.
Los predicables esenciales son tres: género, especie y diferencia específica.
Al concepto que agrupa varios tipos de seres a partir de una característica común (nota distintiva) de sus esencias, se le llama género.   Golosina agrupa varios tipos de dulces. Al concepto que agrupa a los seres de un mismo tipo (es decir seres que comparten completamente la misma esencia), se le llama especie. En este caso pensemos en “chicle”. Hay un tercer elemento que distingue las especies de un mismo género: la diferencia específica. En ella se da una característica propia de una especie nada más. Algunas especies de golosina son chicles, paletas, pastillas de sabores,  etc. Los chicles se distinguen del resto por estar hechos de una resina blanda altamente masticable de sabor agradable. Precisamente a aquello que hace la distinción le llamamos diferencia o noción diferencial.  En otras palabras, el género es un concepto universal que comprende a varias especies, a partir de una o unas cuantas características esenciales; la especie es también un concepto universal, pero, a diferencia del género, abarca a entidades que comparten en su totalidad la misma esencia y no nada más una o unas cuantas  de sus propiedades; y, finalmente, la diferencia es un concepto que se refiere a una nota de la esencia de un objeto, la cual permite distinguir una especie de otras, dentro de un mismo género o bien, delimitar una idea genérica.
Un género no necesariamente tiene como inmediatamente inferior a una especie, sino puede tener a otro género debajo de sí y así sucesivamente hasta llegar a una especie. Así pues, habrá: géneros  supremos  (que no están subordinados a otros), géneros ínfimos (que no contienen a ningún otro género) y géneros subalternos (aquellos que están contenidos en uno superior y que poseen otros géneros inferiores).  En el siguiente ejemplo se ve al género supremo hasta arriba, sus géneros ínfimos y algunas de sus especies debajo de éste, y las nociones diferenciales de éstos aparecen entre paréntesis:

Perros[2]
 

Pequeños           Medianos              Grandes               Gigantes
                (hasta 25.4 cm) (de 27.9 a  50.8 cm) (de 53.3 a 73.6 cm) (más de 76.2 cm)
 


                    Chihuahueño            Chow chow               Afgano                  Gran danés

Otro ejemplo, “batería”, “teclado”, “guitarra”, “bajo”, “saxofón” vendrían a ser especies subordinadas a sus respectivos géneros: "instrumento de viento", "instrumento de cuerdas" e "instrumento de percusiones". Estos géneros, a su vez, se subordinan al género “instrumento musical”. Las razones que hacen distintos a los géneros entre sí y a las especies dentro de un género, constituirían las diferencias o nociones diferenciales.
En el próximo apartado veremos los predicables no esenciales. Esto se basa en la idea de que en el mundo real existe algo que es una cosa en sí misma (substancia) y algo que existe dependiendo de esa cosa (accidente metafísico). En consecuencia, una chamarra es una sustancia, pero su color o su tamaño es un accidente. La relación entre substancia y accidente es muy estrecha. Tan estrecha que, para algunos medievales, como Berengario de Tours (1000-1088), los accidentes no pueden existir sin las sustancias.
Ahora bien, los predicables esenciales (género, especie y diferencia) lo mismo se aplican a las sustancias, que a los accidentes.  De esta manera, el color rojo de mi chamarra,  puede convertirse en el género “rojo” que abarque a todas las chamarras de ese color como una especie suya, mientras que otra especie de tal género podría ser “manzana”.



Los predicables no esenciales


Son aquellos modos de predicar un concepto de acuerdo a la relación de necesidad o contingencia que éste guarda con el objeto que representa.
¿Qué significa lo anterior?  Que los predicables no esenciales están interesados en las cualidades del objeto. Si una cualidad -que ya está expresada en el concepto- es permanente e invariable en el objeto (necesidad), el predicable se llama propio;[3]  pero si la cualidad puede o no estar en el objeto, se llama accidente lógico. “Las vacas son herbívoras”. “Herbívoras” es un concepto que le atribuye una cualidad fundamental a las “vacas”. Para ser una vaca, entre otras cosas es necesario ser herbívoro. Pero, qué tal, si nos topamos con  Susana y descubrimos que: “ella es vegetariana”. No es una cualidad necesaria el que Susana sea vegetariana. En cualquier momento ella podría comer carne y seguiría siendo Susana.  La cualidad es contingente (variable) y, por lo tanto, el predicado "vegetariano" es un accidente.  Los accidentes lógicos pueden ser de tres tipos, de acuerdo a su relación con la esencia. Por lo tanto, tenemos los accidentes: según la esencia; fuera de la esencia;  contrarios a la esencia.  Los accidentes según la esencia muestran una propiedad a la que tiende la naturaleza de un objeto.  Entonces tenemos que “salud” es un accidente, según la esencia del cuerpo humano, ya que éste tiende a ella.  Los accidentes fuera de la esencia son aquellos que muestran cualidades de los objetos originadas azarosamente,  por ejemplo, que  Juanito Pérez (sustancia)  sea “médico” (accidente), es una propiedad que, en cierta forma, las circunstancias lo llevaron a adquirirla y no propiamente la naturaleza. Por último, los accidentes contrarios a la esencia se refieren a propiedades que van en contra de la tendencia natural de un objeto, entonces que  si Christopher Reeves, el primer actor de Superman,  tenía como cualidad estar paralítico, esta es contraria a la tendencia humana de moverse. 

Las categorías


Los predicables también reciben el nombre de categoremas.[4] Como ya vimos, son modos de expresar conceptos. Ahora bien, independientemente del modo en que se predican, estos conceptos, cuando se aplican a un buen número de seres, se les llama categorías.[5] Ya no se trata aquí de la relación entre dos conceptos en un enunciado, si no de la aplicación  de un concepto a cierta cantidad de seres en la realidad. En otras palabras, a los  conceptos universales se le conoce también como categorías o predicamentos.[6] La idea “cuchara” se convierte en una categoría cuando la aplicamos a todas  las cucharas de la realidad y los psicólogos cognitivos llegan todavía más  lejos, porque definen –y por lo tanto identifican- a los conceptos como categorías. Sin embargo, hay de categorías a categorías. La idea “ser” es una categoría mucho más amplia que la de “cucaracha”,  pues la primera se aplica prácticamente a todas las cosas, mientras que la segunda se restringe a cierto tipo de adorables insectos.

Las categorías aristotélicas


Así pues, Aristóteles, un famoso filósofo griego de la Antigüedad, pensó que existían diez categorías básicas que no sólo constituían meros conceptos, sino que también reflejaban la estructura de la realidad.[7] Serían algo así como los cimientos que sostienen al edificio de la lógica.
Estas categorías aristotélicas, son de dos tipos: una se llama substancia (y la única categoría que abarca lleva ese nombre) y la otra se llama accidente y abarca las otras nueve categorías restantes. Como ya lo esbocé un poco antes, la substancia es un concepto que se refiere a todos los seres que existen en sí mismos, mientras que el accidente alude a los seres que únicamente existen en otros  seres. Ejemplo: “La bicicleta es ligera”. “Bicicleta” es un concepto que se refiere a una substancia, pues una bicicleta existe en sí, pero lo “ligero” existe sólo en una substancia, por lo tanto es un accidente, ya que requiere de otro ser (en este caso la bicicleta) para existir; es decir, las cosas (substancias) pueden ser ligeras, sin embargo la ligereza fuera de ellas es imposible.
A continuación, enumeraremos y explicaremos la lista completa de las diez categorías: una substancia y nueve accidentes. Tales son las siguientes:
1.      Substancia. Como ya dije, es una categoría que señala aquellos entes que existen en sí mismos[8]. Ejemplos: Garfield, carro, animal, campana, huracán, Carlos Monsivais,[9] etc.
2.      Cantidad. Es el accidente que indica lo que es divisible de la substancia.[10] Ej.  Una naranja es divisible en dos mitades, el peso de un marrano es divisible en kilogramos, etc.
3.      Cualidad o calificación. Es el accidente que denota una propiedad o característica de una cosa como estimable o desestimable, es decir,  siempre bajo una calificación.[11] Ej. La  fruta es sabrosa,  el colorín es tóxico.
4.      Relación o relativo. Es el accidente que muestra un atributo de una cosa como similar o distinta frente a un ente diferente. Nos muestra cómo se vincula un ser con otros, sea por comparación o sea porque, efectivamente, guardan una relación.[12] Ej.  Chabelo es alto (se es alto en función de algo, porque, al lado de una jirafa es chaparro); la torre latinoamericana es famosa (implica que está en relación con la gente).  
5.      Acción o “hacer”. Es el accidente que muestra una actividad que realiza la substancia. Ej. El bateador hizo un cuadrangular.
6.      Pasión o “ser afectado”. Es el accidente que indica el efecto que sufre la substancia de una acción ajena.[13] Ej. El bateador es golpeado por la bola.
7.      Tiempo. Es el accidente que categoriza la duración de la substancia en la existencia. Ej. El niño tiene ocho años.[14]
8.      Lugar. Este accidente nos enseña la ubicación de la substancia en el espacio. Ej. La mochila está en el salón.
9.      Situación. Da la disposición de las partes de la sustancia  en un lugar. Ej. Supongamos que la mochila está en el salón (accidente de lugar), la situación sería que la mochila está recargada sobre la pared al lado de mi pupitre.
10.  Pertenencia o hábito. Refiere a una cierta “posesión” de la substancia de la cual ésta puede prescindir. Ej. Volvamos a pensar en aquella mochila, pues además de estar recargada sobre la pared, al lado de mi pupitre, dentro del salón, trae amarrada a una de sus correas un zapato de bebé, o sea, una posesión externa.
De acuerdo con Thelenmburg, las categorías aristotélicas expresan la estructura gramatical de una oración: la sustancia corresponde al sustantivo; la cualidad, la cantidad y tiempo al adjetivo;  el lugar al adverbio; la relación corresponde tanto al adjetivo, como al adverbio, la acción y la pasión al verbo;  el hábito y el sitio al participio.



Ejercicio


A partir de los siguientes géneros, investiga las especies que les pertenecen y  sus diferencias específicas:

1) Ropa.
2) Género musical.
3) Primate

IX. Indica la sustancia y accidentes que poseen los seres que aparecen en la siguiente imagen:



Sustancia:

Cantidad:

Cualidad:

Relación:

Acción:

Pasión:

Tiempo:

Lugar:

Situación:


Pertenencia:


[1] Supuestamente los predicables esenciales contienen total o parcialmente la esencia del objeto al que se refieren, mientras que los no esenciales no la contienen. Sin embargo, un mejor criterio de distinción entre estos dos tipos me parece que se halla en la funciones que tienen de reflejar primordialmente la extensión y la comprensión.
[2] Sacado de  www.perrosdemexico.com.mx
[3] Además resulta que esa cualidad permanente y presente en el objeto -según la lógica aristotélica- proviene de su sustancia.  Sin embargo, el propio no es la cosa en si. La sustancia "hombre" tiene como propias (características necesarias) que es capaz de reír o de hablar, por ejemplo.
[4]  Los categoremas son los diferentes modos como los conceptos universales se predican de algo. Tiene que ver con la función que desempeñan una idea en relación con otra tomando como criterio su extensión, comprensión o invariabilidad o variabilidad de lo que representan. Esto nos lleva a tratar de diferenciar entre una categoría y un categorema. Categoría es un concepto universal y categorema el modo en que se predica dicho concepto. Cinco son los categoremas: propio, accidente, género, especie y diferencia. Ahora bien, para los filósofos tomistas la categoría es real  y el categorema es solamente concepto. Esto no quiere decir que la categoría no sea pensada, sino que ese pensamiento refleja la realidad tal cual es (cosa muy discutible). En cambio, el categorema, aunque tiene por base la realidad, refleja sólo lo que la mente hace para explicar esa realidad.
[5] Desde esta perspectiva  los predicables esenciales de "género" y "especie", quizá con algunas extraordinarias excepciones, prácticamente son categorías. En otras palabras, son al mismo tiempo categoremas y categorías cuando género y especie son predicados de un sujeto.
[6]  La lógica tradicional precisa que mientras las categorías son conceptos universales directos (derivados de la simple contemplación de un objeto), los predicables son universales indirectos, pues es por la reflexión que llegamos a ellos.
[7] Es ya común que la crítica, al abordar el tratado de las Categorías de Aristóteles, haga la denuncia de la ambigüedad con que el propio Estagirita manejó el término “categoría”, pues pareciera que con las categorías se refiriera también a los conceptos como los predicados más generales dentro de una oración, para señalar que algo es. Sin embargo, también los predicados más generales  pueden ser sustancias. Pensemos en el enunciado "Pedro es un ser". "Ser" es su predicado gramaticalmente, pero es al mismo tiempo una “sustancia”  -y sin duda una categoría-. Ese ser existe en sí. El problema sería con un enunciado como el siguiente  “El rojo es bonito”. Rojo es un sujeto gramatical y pareciera que fuera algo que existe en sí mismo, cuando resulta que el rojo sólo existe en algo (una prenda, una fruta, una flor). El rojo gramaticalmente es vuelto una susbtancia. La gramática seguramente presupone que ese color está  en algo concreto que existe en sí, aunque ese algo sea indeterminado para quien escucha o lee esa oración.  Para colmo,  el propio Aristóteles nos dice que “Es común a toda substancia no estar en un sujeto” (Categorías, 3ª, 5-10). Esto quiere decir que la sustancia efectivamente existe en si, al grado de que ni siquiera el sujeto la agota. Si se acabara en el sujeto, sería accidental y no podría ser compartida por otros seres. La sustancia parece identificarse con la "forma", por eso la sustancia "hombre" está fuera del sujeto, porque es transmisible su forma a otras materias. "hombre" es más que un individuo que encarna el ser hombre. 
[8] Aristóteles distingue entre dos tipos de sustancia: primeras y segundas. Las primeras se refieren a un “esto” que es individual y numéricamente uno; mientras que las substancias segundas corresponden a los predicables de género y especie, o sea, a un “esto” aplicable a muchos seres. Además, la substancia no es más ni menos substancia que antes. O sea, una piedra no es más que ni menos piedra, sino siempre será tan piedra como siempre, lo que sí puede cambiar es una serie de atributos que Aristóteles los denomina contrarios (honesto, depravado, blanco, negro, frío, caliente, etc). Los accidentes no siempre se identifican con los accidentes. La cantidad no admite contrarios, pues los contrarios pueden coexistir en las cosas  y en el caso de la cantidad, si opusiéramos “poco” a “mucho”, notaríamos que una cosa sólo puede ser pequeña o grande, pero no puede ser  ambas simultáneamente.
[9] Con esto no queremos decir que Carlos Monsivais sea un concepto univesal, sino que el concepto universal de "sustancia" se le aplica al concepto singular de "Carlos Monsivais", ya que éste refiere a un ser que existe en sí y "sustancia" es el concepto que se refiere a todos aquellos seres  que existen en sí.
[10]  La cantidad para Aristóteles podía ser bajo un criterio, discreta o discontinua y bajo otro criterio  hay cantidad compuesta de partes cuya posición mutuamente relativa y cantidad cuyas partes carecen de esa posición. Es discreta si los límites de las partes de un todo no están claros. Ejemplo de esto son los números y el lenguaje. No está claro que el 10 se divida en cinco, pues se puede dividir también en otros números. No está tampoco claro, pese a que una palabra se divide en sílabas, pues no se puede capturar una sílaba después de haber emitido la palabra. En cambio, las cantidades continuas si tienen claros sus límites del todo. Ej. las líneas, el tiempo y el lugar. Este último par (el tiempo y el lugar), aunque son cantidades, de todos modos Aristóteles las considera categorías aparte. Dentro de la geometría, las partes que componen a una figura tienen una posición. En cambio, los números  componen una serie donde ellos no tienen ninguna posición (espacialmente) aunque sí tienen un orden (1, 2, 3, 4, etc.).
[11] Según Aristóteles, las cualidades son de varios tipos.  Hay hábitos (como el conocimiento y las virtudes) y disposiciones,  capacidades naturales,  afecciones, la figura y forma externa de las cosas y algunas cualidades que parecen referirse a la posición de los seres. Algunas cualidades aceptarían ser manejadas como contrarias de otras, unas son relativas, (cfr. la categoría de relación) y en general (las cualidades) aceptan ser medidas con el más y el menos.
[12] De acuerdo con el Estagirita las  relativas nunca van a ser las substancias, porque éstas, si bien tienen sus recíprocos, la diferencia o similitud encontrada en un objeto en relación con otros se haya propiamente en los accidentes, no en la substancia. No obstante, otras categorías, como el lugar o la pertenencia, son, sin lugar a dudas, relativas.
[13] En relación con la acción y la pasión Aristóteles sólo dice que ambas son compatibles con los contrarios. Ej.  calentar – enfriar, etc.
[14]  Se cree que la parte correspondiente a las categorías de tiempo,  lugar, situación y pertenencia se encuentra perdida. Sin embargo, hay un fragmento, que algunos consideran apócrifo, que asegura que estas categorías son tan obvias que no necesitan explicación.  

Comentarios

  1. Haga clic en el enlace http://supermileto.blogspot.com/2014/12/los-predicables.html para abrir el recurso.
    Se dice que los predicables son las maneras en las que los diferentes conceptos se relacionan entre sí y se puede dividir en predicables esenciales y no esenciales. Los predicable esenciales son aquellos que distinguen el género, esencia y diferencia entre los enunciados, mientras que los no esenciales son aquellos modos en los que se predica y se establece una relación entre ellos. También se consideran diferentes categorías se puede nombrar a la más importante que son las categorías aristotélicas

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  2. Se dice que los predicables son las maneras en las que los diferentes conceptos se relacionan entre sí y se puede dividir en predicables esenciales y no esenciales. Los predicable esenciales son aquellos que distinguen el género, esencia y diferencia entre los enunciados, mientras que los no esenciales son aquellos modos en los que se predica y se establece una relación entre ellos. También se consideran diferentes categorías se puede nombrar a la más importante que son las categorías aristotélicas

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