La equivalencia y la obversión


Ciertamente la equivalencia y la obversión son dos inferencias inmediatas cuyo vínculo es estrecho. Algunos autores las identifican como un mismo proceso y otros las distinguen.[1] En ambas inferencias hay algo en común: la igualdad de significado (gracias a un juego de negaciones) entre dos enunciados aparentemente distintos. Veamos un par de ejemplos:
“Algunas personas no son lampiñas” equivale en significado a decir “No todas las personas son lampiñas”.  Ambos enunciados significan lo mismo con otras palabras. Los dos enunciados,  no obstante, son de tipo I (particulares afirmativos).
Todos los desodorantes son eficaces” equivale en significado a decir “Ningún desodorante es no eficaz”. Sin embargo, este par de enunciados son diferentes: uno es universal afirmativo (A) y el otro es universal negativo (E).
        En otras palabras, la equivalencia y la obversión hacen uso de la negación para obtener otro tipo de proposiciones sea con el mismo significado exactamente o, bien, sea con uno distinto.  Vayamos más despacio.

·        La equivalencia 

  Consiste en transformar una proposición de tipo A (universal afirmativa), en: 1) una de tipo E (universal negativa);  2) en una de tipo O (particular negativa); 3) o bien en una de tipo I (particular afirmativa) incorporando la partícula “no” al enunciado. A la proposición resultante se le llama equivalente (porque es equivalente a una O, E o I). Desde luego que aquí no se pretende  conservar estrictamente el mismo significado de proposición original de tipo A, sino convertirla a su equivalente en  el resto del cuadro de la oposición.

 Para que una universal afirmativa se convierta en universal negativa basta con poner un “no” después del verbo y antes del sujeto:[2]

A Las revistas de música son interesantes
se transforma en:
E Las revistas de música no son interesantes
Esto equivale a decir:Ninguna revista de música  es interesante.
                                 
 Para que una universal afirmativa se torne en una particular negativa hay que poner un “no” antes del sujeto:[3]

A Todas las revistas de música son interesantes
se transforma en:
O No todas las revistas de música son interesantes,
Esto equivale a decir: Algunas revistas de música no son interesantes.

Para que una universal afirmativa se vuelva particular afirmativa se deben añadir dos negaciones: una antes del sujeto y otra después de él justamente:[4]

A  Todas las revistas de música son interesantes
 se transforma en:
I  No todas las revistas de música no son interesante.
Esto equivale a decir: Algunas revistas de música son interesantes

Ejercicio


Transformar en sus  equivalentes indicados a las siguientes proposiciones:

Proposición de tipo A
Equivalente
Todos las tortugas tienen caparazón
I
Todos los climas tienen sus defectos
O
Todos los árboles son plantas
E
Todos los aviones son naves
I
O
Todos los ejercicios son tediosos
E
I
O


·        La obversión


La obversión es la inferencia inmediata que consiste en cambiar la cualidad de la proposición (si es afirmativa, hacerla negativa o al revés) y negar el predicado por medio de la partícula “no”. Al juicio que se va a transformar, se le llama obvertiente y a la proposición que se obtiene como resultado, se le llama obversa. De esta manera expresamos el mismo significado de un juicio, pero presentándolo en el formato de su respectiva proposición contraria o subcontraria. En consecuencia, podemos decir lo mismo que dice  una proposición A, pero presentándola como una E o viceversa. Igualmente podemos hacer eso convirtiendo una I en una O, o al revés.
Ej.
A Todo caballito es tequilero
  Se cambia la cualidad del juicio
   Ningún caballito es tequilero
  Se le agrega la partícula “no” al predicado
E Ningún caballito es no tequilero
Su significado equivale a todo caballito es tequilero
La conversión se aplica a los cuatro tipos de juicio, obteniendo así las siguientes fórmulas para cada uno de ellos:
Todo S es P

Ningún S es no P
A

E
Ningún S es P

Todo S es no P
E

A
 Algún S es P

Algún S no es no P
I

O
Algún S no es P

Algún S es no P
O

I

Ejercicio

Convertir por obversión las siguientes proposiciones:
Obvertiente
Obversa
Todos los ajolotes son anfibios.

Ninguna margarita es girasol.

Algunos superhéroes han sido olvidados.

Algunas pastas dentales no son sabrosas.






[1]  D.P. Gorski y P.V. Tavants exponen el mecanismo de la obversión bajo la denominación de equivalencia. Raúl Gutiérrez muestra a la equivalencia como aquí lo hacemos. Sin embargo acepta que ella también es conocida con el término equipolencia. Curiosamente equipolencia es una palabra que también se le aplica a la obversión.
[2] Daniel Marquez Muro expresa lo mismo exponiéndolo a manera de regla  (de postcotradia o subcontraria): posponiendo, no al sujeto de una enunciación, ésta se hace equivalente a su contraria o subcontraria.
[3] Igualmente, Marquez Muro enuncia la regla de la antecontraria:  Anteponiendo no al sujeto de alguna enunciación, éste se hace equivalente de la correspondiente contradictoria.
[4] Es la regla de la ante-post-subalterna: anteponiendo y posponiendo no, al sujeto de una enunciación, ésta se hace equivalente de su subalterna.

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