¿Qué es un problema existencial?

La gente suele hablar de problemas existenciales. ¿A qué se refiere con esta expresión? ¿Cuándo un problema es existencial? Si hay un problema matemático que no puedo resolver, no tengo ningún problema existencial. Pero si el no resolverlo en cinco minutos me puede costar la vida frente a un loco con una pistola, sí tengo un problema existencial. 
Los problemas existenciales son aquellos involucran íntimamente a la existencia.  De hecho, a partir de la filosofía y de la psicología  existencialistas, se puede hablar de problemas existenciales. En la filosofía existencialista se habla de una “crisis existencial”. Se refiere a un acontecimiento trascendental e importante en la vida de una persona, pero que suponen un riesgo y una angustia. Esas crisis afectan a la estabilidad identitaria del sujeto. Es decir, su identidad es afectada y cuestionada. La persona se hace preguntas que también pueden ser llamadas existenciales: “”quién soy realmente yo?”, “qué quiero de mi vida’”, ¿qué sentido tiene mi vida?”, ¿de qué sirve vivir si todos vamos a morir?”, “¿por qué no puedo ser feliz?”, etcétera.
La ansiedad existencial que provocan los problemas existenciales, según el pisquiatra Irvin D. Yalom, es ocasionada  por las cuatro preocupaciones supremas del ser humano: la muerte, la libertad, la soledad y el sinsentido.
Un problema existencia puede ser provocado por una situación-límite. Ésta es una de la cual no se puede salir, ni alterar, como la muerte de alguien, la culpa que experimentamos por haber hecho algo malo, la enfermedad o el sufrimiento. Para Victor Frankl las situaciones existenciales se puede reducir al dolor, la culpa y la muerte.
En un segundo sentido los problemas existenciales no son aquellos ligados al sentido de la existencia, sino más bien, a la reflexión sobre la naturaleza existenciaria algunas cosas como los números,  las ideas y los significados de la palabra existencia. Pero este sentido es más rebuscado y no es el que la gente suele usar para referirse a los problemas de su vida.
Ya el puro acto de hacer consciencia de la finitud de la vida y de su carencia de sentido intrínseco, puede ser razón suficiente para entrar en crisis. Sólo a través de la libertad y el sentido que ella le imponga a la realidad es como se puede superar tal bache.

Fuentes:



Alberto Zuazua, El proyecto de autorrealización, edición electrónica. 

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Proposiciones atómicas y proposiciones moleculares

¿Qué son las artes menores?

El hecho moral