Las estrategias del plan de vida
Una estrategia
–según la RAE- es el arte o traza para dirigir un asunto.[1] El diccionario del Español de México la
define más específicamente como un “conjunto de medidas, acciones o
procedimientos planeados y organizados cuidadosamente, que sirven para llevar a
cabo un propósito o alcanzar un fin determinado”.[2]
Las estrategias son el “cómo” para un “qué”. El término surgió en el contexto
militar. Viene del latín strategĭa que se aludía o a la oficina
de un general o una provincia bajo el
mando de un general. Esto a su vez, proviene del griego στρατηγός, que significa “militar”. En el ámbito castrense, estrategia es el arte
de dirigir las operaciones militares. Es decir, proyecta y conquista los
objetivos a largo plazo de una campaña militar. Esto es fundamental, las estrategias se
refieren a los objetivos a largo plazo. Ahora bien, para alcanzarlos se
requiere primero alcanzar objetivos a corto plazo que sirven de medio para ese
fin mayor. La forma de realizar los objetivos a corto plazo se le llama táctica. También se suele hablar de que las estrategias
requieren políticas. Una política es
un lineamiento para llevar a cabo una acción. La palabra “táctica” proviene del
ámbito militar, la palabra “política” del ámbito empresarial.
Si nos concentramos en el mundo de la empresa, una estrategia sería un
conjunto acciones orientadas a
equilibrar las fuerzas y debilidades
internas de la organización ante las amenazas y oportunidades del entorno.
También la estrategia es entendida como “un grupo integral de acciones
diseñadas para crear una ventaja sostenible sobre los competidores”.[3]
En el contexto del proyecto de vida, las estrategias sería un conjunto de
acciones y medidas encaminadas a alcanzar las metas del plan de vida. Serían
acciones encaminadas equilibrar también nuestras fortalezas y debilidades para
alcanzar nuestros objetivos vitales en el mundo. Son fórmulas amplias, de
carácter “inter-funcional”. Abarcan pues abarcan aspectos cognitivos, físicos,
emocionales y sociales. Establecen acciones de diverso orden necesarias para la
consecución del fin. Es decir, las estrategias del plan de vida demandan de
tácticas para realizar nuestras metas.
Es clara que la metáfora de la guerra sirve para denotar que en la vida
es como una lucha por realizar nuestra felicidad, por alcanzar nuestras metas.
Nos enfrentamos ante un mundo hostil, indiferente o competitivo.
Muchos planes fracasan por seguir malas estrategias o por implementarlas
incorrectamente. Las estrategias deben
ser medibles. Es decir, deben de ser susceptibles de ser evaluadas bajo un
criterio cuantitativo en relación al éxito que se tiene para alcanzarlas. Su
avance se debe revisar periódicamente. Por ejemplo, una vez al mes.
El esquema de las estrategias
Una estrategia debe de ser resultado de un proceso. En realidad toda estrategia exitosa es un
cúmulo de subestrategias, de tácticas. Además, tiene tener como base la misión, las metas del proyecto de vida.
Luego, se procede de analizar el ambiente externo e interno en el que se está
inmerso en relación a una meta particular. Por otro lado, hay de prestar
atención a las oportunidades y amenazas que rodean al sujeto dentro de ese
ambiente (también en función de la meta).
Se identifican los recursos con los que se cuenta o puede contar para
alcanzar la meta. Posteriormente se hace un diagnóstico de cuáles son las
fortalezas y debilidades del sujeto en función de dicho objetivo. Finalmente se
deben de desarrollar y ponderar las estrategias para llegar al fin propuesto a
partir de los recursos disponibles y las oportunidades presentes en el ambiente.
Por lo tanto, el esquema para alcanzar una meta es: A) establecimiento de
la misión y metas del plan de vida; B) revisión de ambiente externo (de las
condiciones presentes y tendencias futuras), C) Revisión del ambiente interno o
situación personal (evaluación de valores, evaluación financiera y evaluación
de fuerzas y debilidades), D) Evaluación de las oportunidades, fortalezas,
debilidades y amenazas (externas e internas), E) Definición de las estrategias,
F) Establecimiento de un programa de
implementación estratégica.
Ahora bien, más abstractamente, toda planeación estratégica implica: un análisis de la situación externa,
un análisis de la situación personal u organizacional (situación interna) una
proyección de estratégicas (con su diseño y seguimiento).
La proyección de escenarios
El futuro es incierto. Las estrategias tratan del futuro. Así que tanto
militares como administradores suelen imaginar posibles escenarios futuros para
estar los mejor preparados para éste. Una manera que suele ser útil es la
proyección de escenarios. Un escenario es una suposición a partir de ciertos
pronósticos de una situación en el futuro. Se pueden imaginar varios
escenarios. Incluso conviene contraponer escenarios opuestos. Las proyecciones
permiten anticiparse a las crisis, y a veces, evitarlas o menguarlas. Se deben
de considerar las condiciones económicas, políticas, sociales y tecnológicas
posibles a partir de pronósticos.
Un escenario útil de analizar es el de la proyección de un escenario de referencia,
es decir, el intento de especificar cuál será el futuro si no se hace nada
nuevo. Esto proyecto lo que muy probablemente pueda suceder si no se hace una
intervención a partir de la situación actual. A dicho futuro, se le llama: futuro inercial.
Otro escenario importante para analizar es el del futuro idealizado, aquel que deseamos fervientemente, aquel que nos
parece perfecto, aunque no lo alcancemos.
Responde al cómo me gustaría vivir.
Finalmente un tercer escenario posible es el del futuro proyectado. Éste es el mediador entre el futuro deseado y el
futuro inercial. Es el aterrizaje realista de alcanzar las posibilidades
deseadas idealmente a partir de nuestra situación actual, de la real.
Alcanzar dicho futuro requiere que consideremos su viabilidad desde un
punto de vista tecnológico (herramientas técnicas), operativo (habilidades y
acciones) y presupuestal (posibilidades financieras).
El futuro proyectado requiere de tanto de estrategias de estrategias,
como de políticas y tácticas. En consecuencia, implementa una intervención para
realizarlo.
El diseño de estrategias
Una estrategia debe de considerar las metas que tiene un individuo y
jerarquizarlas. Eso permitirá el diseño de una jerarquía de objetivos
específicos. Luego se debe de determinar
cuál sería el éxito en la realización de esos objetivos, así como la misión
personal. Se deben de enumerar los caminos que se tienen para alcanzar las
metas y el éxito en ellas. Se deben de comparar esos caminos con las fortalezas
y debilidades que se tienen como persona. Igualmente se deben comparar esos
caminos con las restricciones que el ambiente nos pone en relación a las
oportunidades y amenazas. Se deben de integrar y combinar acciones que permitan
contar con caminos factibles y consistentes.
SI las condiciones estructurales que tienen la persona alcanzan para
implementar la estrategia, se puede implementar y ya. De lo contrario, se
tendrán que diseñar las estructuras (conductuales y cognitivas) para poderla
implementar.
Pensemos, por ejemplo que una meta del plan de vida es tener una
prosperidad financiera como meta principal. El éxito en dicha meta financiera
podría ser valorado como gozar de ingresos altos, poseer una casa propia y un
carro del año. La persona deberá pues
valorar entonces qué caminos tiene para llegar a esa meta, como estudiar una
profesión muy bien pagada, poner un negocio, ahorrar. Tendrá que valorar cuáles de esos caminos en
función de sus circunstancias le permiten dicha prosperidad.
Los programas
Un programa es una lista de las distintas actividades que habrán de
cumplirse para alcanzar un objetivo o una meta. Toda estrategia requiere que
primero se establezcan programas funcionales a mediano plazo (de 1 a 3 años) y planes
tácticos que sirvan para alcanzar los fines del plan a mediano plazo. Tal
programa debe de ser evaluable, en el sentido de que sus avances puedan ser
revisables.
En cada meta personal debe de haber pues un programa de acciones a
mediano plazo con sus respectivas tácticas.
Fuentes:
Rodrigo Borja, Enciclopedia
de la Política, t. I, Edit. FCE, 3ª ed., México, 2002, entrada:
“estrategia”.
Octavio Reyes, Planeación
Estratégica para Alta Dirección, edición electrónica.
Salvador, Alva, Tu
vida, tu mejor negocio, edición electrónica.
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