In memoriam Luciano Barp Fontana
El martes 14 de
febrero del 2017 falleció el Dr. Luciano Barp Fontana. Su funeral se realizó en
la Capilla de la Comunidad de los Padres Maristas del Colegio Franco Inglés. Este
hombre de paso taimado y voz tímida fue un catedrático, traductor e
investigador de origen italiano que radicó en México por muchos años. Nació en Turín; llegó a México cuando estaba el mundial de fútbol de 1970. Estuvo cuatro años con los dominicos, pero abandonó su vocación religiosa. Se casó y tuvo tres hijos. Ya a edad
avanzada, obtuvo en 2010 el doctorado en Letras en la Universidad Nacional Autónoma
de México. Por muchos años fue miembro de la Facultad de Humanidades y Ciencias
Sociales de la Universidad La Salle. Fue nombrado profesor emérito en
Filosofía, Ciencias Religiosas y Letras Clásicas. En el país que lo cobijó se
dedicó a la investigación teológica, filosófica y filológica. Fue un gran
estudioso del Medievo y la Filosofía de la Colonia. Sus líneas de investigación
estuvieron en la Antropología Filosófica, la Ética Filosófica y Teológica, los
Derechos Humanos y la Filosofía de la Ciencia. Tradujo al español algunas obras
de Fray Alonso de la Veracruz: El
Speculum Conigiorum, De Decimis y la Physica Speculatio (la cual ya no terminó).
Fue autor de varios artículos especializados en diversas revistas, así como de
algunos libros publicados por la UNAM y la Universidad La Salle.
Fue miembro de la Asociación Mexicana de Estudios Clásicos, la Asociación
Filosófica de México, la Asociación Mexicana de Doctores en Ciencias Humanas y
Sociales y la Sociedad Internacional Tomás de Aquino.
Serio pero conversador, exigente y amable a la vez, saludaba a todo mundo, siempre preocupado
por los demás, ahora descansa en ese lugar en el que creyó con tanto fervor.
A las personas se les admira por lo que piensan, cómo lo piensan y su congruencia con lo que piensan. Se pueden debatir los dos primeros puntos, pero el último punto es de admirar en la vida de Luciano. ¡Gracias Luciano por tu aporte a las humanidades!
ResponderEliminarSin duda un ejemplo de gran admiración, un verdadero ejemplo a seguir, estimado maestro, que siempre nos mantuvo motivados hacia el conocimiento por su humildad y coherencia.
ResponderEliminarGracias por ser parte de mi desarrollo académico...y sin duda espero compartir nuevamente con usted, ese lugar donde se origina todo.
Un gran maestro, que descanse en paz y que Dios lo bendiga.
ResponderEliminarEnseñar es gerberizar.
ResponderEliminarHoy pensé en ti mi muy querido Luciano y encuentro esta triste historia de que hace un año falleciste... tus clases en el CVH fueron espectaculares y te cuento entre los pocos maestros que dejaron una huella permanente en mi. Gracias por siempre creer en mi. Hasta pronto.
ResponderEliminarMe estoy enterando de tan lamentable pérdida!!! Luciano inspiró y acompañó mi vocación filosófica desde la preparatoria, durante la universidad e incluso cuando comencé a dar clases. La última vez que lo vi fue en febrero de 2016 en la casa de los maristas, lúcido y cariñoso, como siempre!!!
ResponderEliminarSu sabiduría y su sencillez fueron ejemplo de la verdadera vocación de filósofo y maestro.
No se qué más decir!!! Es sin duda una gran pérdida para la filosofía!!
SIIIIII. Luciano vive en nuestros corazones
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