La La Land: una historia de amor

Si hay algo de lo cual no soy fan es de los musicales o de las películas de amor. No suelen captar mi atención o me parecen altamente cursis. Lalaland, a pesar de pertenecer a estos dos rubros, logra captar mi atención y logra hacer una experiencia estética exitosa de lo cursi (que no en todo momento lo es), además de que tiene tránsitos interesantes entre la fantasía y la realidad. También es un homenaje al propio cine musical de décadas anteriores. Se percibe ese estilo copiado y perfeccionado. Retoma la edición en Technicolor, los pasos de Fred Aster y Gene Kelly, pero añade un toque contemporáneo, pese a ser situada en el pasado.
Fue lanzada al público el 9 de diciembre del 2016 por Summit Entertainment bajo el título:  La Ciudad de las Estrellas- La La Land. En español fue llamada: La La Land: una historia de amor. Se estrenó originalmente sólo en cinco cines en Los Ángeles y Nueva York. Pero por su éxito ante el    público, aumentó y se prolongó  su cartelera. Ha recaudado más de 180 millones de dólares. Su director fue Damien Chazelle. La música es de Justin Hurwitz (un amigo de Chazelle). Su género es el jazz. Dura 128 minutos. Ganó 7 premios en los Globos de Oro. Posee 14 nominaciones al Oscar.
Se sitúa en los Ángeles en década de los ochenta. Trata de Sebastian y Mía, un cantante de jazz y una actriz primeriza empleada como mesera que tratan de realizar sus sueños profesionales. Ambos se conocen fortuitamente en el tráfico de una autopista, se encuentran en ocasiones sucesivas, e inician una relación amorosa cuyo desenlace terminará con la separación de ambos ante la disyuntiva de: vivir juntos sin alcanzar sus aspiraciones personales o abandonarse para realizar cada quién su proyecto. Los actores que representan a dichos personajes son Ryan Gossling y Emma Stone. Ellos no eran la primera opción del director. Miles Teller y Emma Watson lo eran, pero uno por dinero y   la otra por ocupaciones, no tomaron los papeles. Las actuaciones de ellos Gossling y  Stone son convincentes, las coreografías y el canto están bien logrados. Lo más llamativo, creo, es el trabajo de cámara que rompe con los formatos establecidos, siendo innovador y dando una perspectiva distinta a la percepción de las coreografías. También la narrativa de esta pieza cinematográfica es poderosa, y aunque cae en lugares comunes, también ofrece elementos de originalidad. Es una historia bonita, dolorosa, realista que dejará al público con una sensación de nostalgia y reflexionando sobre la naturaleza del amor. Sebastian abandona a Mia por un gesto de amor hacia ella, porque sabe que ambos se están convirtiendo en lastres a pesar de quererse mucho. Por otro lado la historia da elementos para pensar en la caducidad o eternidad del sentimiento amoroso, hasta donde hay amores que mueren en su propio dinamismo o los que perduran para siempre incluso cuando ya las parejas no siguen juntas. Lalaland no es una historia de amor ingenua, es original y llamativa.  Es altamente recomendable.

Bibliografía



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