Suspensión o sustentación.
Es una figura de pensamiento que consiste en
retardar la solución o elemento clarificador que el orador dará a una cuestión
a través de algún artificio, sea una serie de preguntas, o sea al final de una
frase o de un periodo en su discurso. Se le suele llamar también sustentación.
Angelo Marchese y Joaquín Forradelas
dicen que dicho término se suele
traducir como suspense, sin embargo, que este segundo se refiere a la
construcción del discurso y no a este retardo en estricto sentido. Más bien la
suspensión puede genera suspenso, es decir una actitud tensa y expectante en el
receptor del mensaje. Fernando Lázaro Carreter, pues, señala que la suspensión
la suspensión ocurre cuando se mantiene suspenso en el ánimo del escucha. Sin
embargo, la solución no siempre es dramática, incluso, puede ser jocosa.
Ejemplo: “Vio que tocaban la puerta. ¿Quién podría ser a esas horas?,
¿por qué tocaría con tanta fuerza y desesperación? La tía Anita estaba de
viaje, ella no podría ser. El primo Luis, aunque era impertinente en sus
visitas, en ese momento estaba en el hospital. Abro la puerta y descubro que era
el cartero”.
Bibliografía.
Angelo Marchese y Joaquín
Forradellas, Diccionario de Retórica,
Crítica y Terminología Literaria, edit. Ariel, Barcelona, 2013.
Antonio Azaustre y Juan Casas, Manual de retórica española, edit.
Ariel, Barcelona, 2011.
Federico Carlos Sainz de Robles, Diccionario de la Literatura, t. 1,
Edit. Aguilar, Madrid, 1982.
Fernando Lázaro Carreter, Diccionario de Términos Filológicos,
edit. Gredos, Madrid, 1998.
Helena Beristáin, Diccionario de Retórica y Poética,
Editorial Porrúa, 9ª ed., México, 2006.
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