Descripción
La descripción
es una figura de pensamiento que consiste en mostrar en el discurso vívidamente
un objeto como si lo estuviéramos viendo. Federico Carlos Saínz de Robles
señala que hay cinco formas de hacer la descripción: 1) enumerando las partes
de las que consta lo descrito, 2) Por los efectos que provoca, 3) Por la negación o afirmación, 4) por los
adjuntos, 5) por semejanzas o metáforas.
Cualquiera de estas descripciones
debe de poseer las siguientes características: concisión y energía, unidad y
precisión. Desde una perspectiva lingüística las descripciones son ricas en
adjetivos y de ritmo lento, se hacen interrumpiendo una narración para hacer
propiamente la descripción.
Desde la forma en que se hace la descripción ésta puede ser realista,
impresionista o expresionista. La primera dice ordenada y exhaustivamente las
características del objeto descrito; la segunda dice sus rasgos significativos
sin orden prefijado; la tercera hace una caricatura de lo representado (de
hecho también se le llama así simplemente: caricatura).
Si la descripción es de un país se le suele llamar topografía; si es de un lugar ficticio, topofesía; si es
de una época, cronografía; si es de los rasgos físicos de una persona, prosopografía; si son costumbres o de la forma de ser o de actuar de una persona, se le llama etopeya
o carácter;[1] si
compara varios objetos o personas entre sí se le llama paralelo; si trata de
caracterizar los rasgos de un concepto en relación con el sentir de una persona se le
llama definición. En caso de que la definición sea plenamente objetiva y
técnica tenemos una descripción científica.
En la Retórica Antigua se le llamaba descriptio o ékfrasis. En la
Retórica Contemporánea también se le llama retrato o hipotiposis.
La función de una descripción se cambiar de ritmo, transmitir información,
plantear un problema, generar una emoción
de afecto o desesperación, pero especialmente pretende que el oyente se
identifique con la situación de testigo que expresa el emisor de la
descripción. Se señala que la extensión
de una descripción está más ligada a la riqueza de vocabulario que tiene el
orador que al grado de complejidad que ofrece esa realidad.
Bibliografía
Angelo Marchese y Joaquín Forradellas, Diccionario de Retórica, Crítica y Terminología Literaria, edit.
Ariel, Barcelona, 2013.
Federico Carlos Sainz de Robles, Diccionario de la Literatura, t. 1, Edit. Aguilar, Madrid, 1982.
Helena Beristáin, Diccionario
de Retórica y Poética, Editorial Porrúa, 9ª
ed., México, 2006.
Matilde Moreno Martínez, Diccionario
Lingüístico-Literario, Edit. Castalia, Madrid, 2005.
[1] Se
pueden usar como sinónimos la etopeya o carácter o como términos distintos. La
primera se referiría a las costumbres y el segundo a la forma de ser.
Comentarios
Publicar un comentario