La Literatura como arte
La Literatura se
puede entender como un conjunto de obras literarias producidas en cualquier
lugar y tiempo, como las leyes a las que están sometidas tales obras o como los
principios filosóficos que sustentan a esas leyes.[1]
Etimológicamente literatura viene del latín littera,
que alude a la letra del alfabeto. Significaba escritura, gramática. La
Literatura es un sistema de
instituciones que regulan y permiten la comunicación de textos. Dichos textos, dentro de los límites de una cultura, tienen una
función estética. Angelo Marchese y Joaquín Forradellas señalan que es difícil
dar una definición omnicomprensiva y definitiva de Literatura. El término
Literatura apareció en Francia en el siglo XII, en Italia en el XIII, en Inglaterra
en el XIV, en Alemania, Portugal y España en el XV. La literatura se puede referir a las obras, a
la acción de producir, o a los mecanismos que condicionan, explican y permiten
dicha acción.
La Literatura como una producción se divide por su extensión o por su
objeto. Puede ser Literatura Universal, o bien Literatura General (como la Iberoamericana),
Nacional (como la Mexicana) o Regional (Mexiquense). También se puede hablar de
Literatura Particular si se refiere a una época literaria específica o a un
género entre todas las producciones. Por
su objeto, puede ser Literatura Preceptiva, si da reglas para hacer las
composiciones, Literatura Filosófica si investiga la naturaleza de lo bello y
sus formas; Literatura Histórico-crítica si presenta obras literarias
examinando su contenido e influencia. Además,
existen una multitud de géneros literarios a partir de los cuales se pueden
clasificar las obras literarias.
También la Literatura se puede entender como un arte. Es el arte de la
expresión intelectual y al mismo tiempo del lenguaje y arte de escribir.[2]
La palabra es el instrumento para crear belleza. Su manifestación es una obra o composición
literaria.
Una obra literaria es una serie ordenada de pensamientos expresados por medio del
lenguaje oral o escrito destinado a un fin determinado. Lo que el escritor
busca –según Sainz de Robles- es conmover y deleitar, investigar y enseñar,
dirigir la voluntad hacia un fin. También se ha entendido que el dominio
artístico de obra literaria está ligado a la gramática, a la retórica y la
estilística. Hoy en día se entiende que la Literatura tiene una intencionalidad
estética. El estilo y la forma constituyen la característica principal de una
obra literaria. Su contenido puede ser de todo tipo: adecuación o inadecuación
histórica, cosas buenas o malas, cosas reales
o irreales, etc. Lo que importa es la operación estético-expresiva en función
de un lenguaje connotativo y una invención fantástica. La obra literaria se
caracteriza por tener la intención de hacer algo bello y producir una
experiencia estética, el uso de un lenguaje literario, y que tenga validez para
un público general y no sólo para un individuo concreto. Los criterios para juzgar lo anterior dependen
del momento histórico y el contexto social.
En este sentido cualquier texto
escrito no es literatura, sino sólo aquellos que estén escritos con arte, y que
de alguna manera, reflejen ritmo, equilibrio y armonía.
Bibliografía
Angello Marchese
y Joaquín Forradellas, Diccionario de
Retórica, Crítica y Terminología Literaria, edit. Ariel, Milán 2013,
entrada: literatura.
Federico Carlos
Sainz de Robles, Diccionario de la
Literatura, T. 2, Edit. Aguilar, Madrid, 1982, entrada: literatura.
Helena Beristáin,
Diccionario de Retórica y Poética, edit. Porrúa, 9ª. Ed., México, 2006, entrada: literatura.
Microsoft
Encarta 2006, entrada: literatura.
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