La familia en México

La familia es un tema muy importante para los mexicanos. Las cosas más valiosas para la gente joven en una encuesta del Instituto de Investigaciones Jurídicas son: la familia, el trabajo, la pareja, el dinero, la escuela, los amigos, la religión y la política (en ese orden). Hacia dentro de la estructura familiar, los valores más importantes son: el respeto y la honradez. Las instituciones que tienen mayor influencia en la familia, según los mexicanos, son la Iglesia  y los medios de comunicación.
Las familias en México son un reflejo de las transformaciones y la situación de vida que se tiene en la segunda década del siglo XXI. Las mujeres han aumentado su escolaridad, su participación en el trabajo fuera de éste y su mayor participación en las actividades político-electorales. Su rol de ama de casa no ha cedido, desarrollando este en conjunto con el trabajo extra-familiar.  Esto ha ocasionado un conflicto de roles entre los papeles de proveedor y encargado de las actividades domésticas. Consecuentemente también ha crecido el número de divorcios. La tasa de divorcios ha crecido  de 4.4 por cada 100 matrimonios en 1980 a 18.6 en  2013.  Uno de los factores de esto es la infidelidad, que en México no se tiene un registro confiable de ella. Lo que no ha cambiado es el rol de la maternidad. Menos del  10% de las mujeres en México no tiene hijos. Y esta cifra prácticamente no se ha modificado históricamente.
El varón sigue siendo el principal sostén económico familiar. A pesar de la incorporación de la mujer a la vida laboral, los ingresos suelen ser precarios para la mayoría de las familias mexicanas en áreas urbanas y rurales. Eso ha llevado al incremento de las horas de trabajo, la búsqueda de nuevas actividades económicas adicionales por parte de los cónyuges. Eso lleva a muchos de los hijos en edad adolescente o infantil, incluso a incorporarse al sector laboral.  Paradójicamente sólo el 34% de la población encuestada tiene el hábito de ahorrar y esto podría ser un reflejo de una realidad nacional.
Otro dato presente es  el hacinamiento que experimentan las familias, pues viven varios miembros de ellas en casas reducidas de interés social y con pocas condiciones para tener privacidad. El efecto de “lata de sardina” en los hogares genera altos niveles de agresividad.  Esto se refleja en cifras no muy claras de violencia intrafamiliar de agresión física, emocional o abandono de cuidados que deriva –según datos del DIF- en que el 50%  de los niños maltratados, lo son por su madre, el 35% por su padre y el resto por cualquier otro pariente (incluyendo ahí a los padrastros). Igualmente la mujer suele ser víctima de la violencia intrafamiliar con cifras tampoco claras. Se tiene noticia de que el 34% de las personas que viven en familia presencian en el hogar actos de violencia y es posible que esa cifra se acople a la violencia conyugal. Es decir, en una tercera parte de los hogares mexicanos, aproximadamente, se viven situaciones de violencia. Hacia fuera de la familia esto se refleja en que México es el país con el primer lugar mundial de bullying de acuerdo con la OCDE.  Otra estadística señala que entre mujeres de 15 años y más ha sufrido violencia en 43% de tipo emocional,  24% violencia económica y 14% violencia física.  Mucha de esta violencia está ligada al alcoholismo y la drogadicción.
No obstante, en la Encuesta Nacional de la Familia cerca de un ochenta por ciento de los entrevistados declaró tener una relación familiar buena o excelente. Las ventajas que encuentran los mexicanos de vivir en familia son las de recibir amor, apoyo, protección y no vivir solo. Las desventajas que encuentran son la violencia intrafamiliar, la obligación de cumplir con reglas, la obligación de aportar económicamente para el gasto y la ausencia de privacidad. Las principales razones por las cuales los mexicanos forman familias son: el estar enamorados (73.2%) y el embarazo de la pareja (15%). De cualquier manera, la familia se constituye en una red de apoyo.
Otro dato importante es el incremento de los miembros de la familia de la tercera edad. Ha aumentado el envejecimiento. En los años 40 el promedio de vida de México no rebasaba los 40 años de edad, en el 2010 se está acercando a los 80. Las mujeres están sobreviviendo más que los hombres al llegar a la ancianidad. Las familias están teniendo menos hijos y a mayor edad. Sólo en las familias de menores recursos la incidencia de embarazos tempranos (anteriores a los 20 años) sigue siendo un factor recurrente. La presencia de ancianos en la familia ha ido aumentando, aunque las familias nucleares han disminuido para dar paso a un mayor crecimiento de los hogares unipersonales y de las familias extendidas. Los hogares unipersonales han crecido de 4.9% a 8.4% de la población de la década de los noventa a ahora; los hogares extensos con otro miembro extra de la familia aparte de los padres e hijos, ha pasado del 20.7 al 29.1% de los hogares. Con el crecimiento de los divorcios, se ha mostrado que el 25% de los hogares del país es dirigido por una mujer, siendo que el 18.5% de todos los hogares nacionales son monoparentales. Los hogares con parejas homosexuales son pocos. Se tienen reportes de que entre el 3 y el 6% de la población mexicana ha sostenido relaciones homosexuales. A veces este tema se convierte en uno de los muchos secretos de familia. Uno de cada ocho entrevistados en la Encuesta Nacional de la Familia admite que en su familia existe un secreto. Casi todos admiten que ésta ha influido en sus personas y dinámica familiar. El análisis que hace la UNAM de la Encuesta Nacional de la Familia, muestra que aunque la familia es altamente valorada, no es el “lugar”  perfecto en el que prevalecen el amor y el apoyo entre sus miembros.

Bibliografía



Carlos Welti Chanes, ¡Qué familia! La familia en México en el siglo XXI, edit. UNAM, México, 2015. 

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