¿Qué significa ser maduro?

¿Cuándo una persona es madura? ¿Realmente existe eso o es una invención de los padres para controlar a los hijos? ¿Cómo se puede saber que una persona ya es madura?  Cuando me dicen que los adultos son maduros, pienso que la edad lo único que garantiza es el surgimiento de arrugas y el envejecimiento, no la madurez.
La madurez tiene varios significados. La RAE le atribuye tres: condición o estado de maduro; período de la vida en que se ha alcanzado la plenitud vital y aún no se ha llegado a la vejez; buen juicio o prundencia, sensatez.[1] Este segundo significado lo define mejor  el COLMEX al decir que es la edad situada entre la juventud y la vejez, en que una persona ha completado el desarrollo de sus facultades físicas, intelectuales y afectivas”.[2] Es sinónimo de edad adulta.
                Es interesante que se use el mismo término para esos tres significados, porque simbólicamente los ligamos entre sí. Una persona en estado maduro, está en la plenitud de su vida y se asocia con el buen juicio. En la lengua latina maturus (maduro) se asociaba con  el desarrollo pleno, cuando el crecimiento natural de un fruto había culminado y estaba listo para ser cosechado, refería a un tiempo conveniente, a una estación adecuada aquello que ocurre oportunamente.[3]
En realidad,  madurez biológicamente es un periodo de declive: la altura de las personas se reduce, se aumenta de peso, se menguan las capacidades de la fuerza, de elasticidad, disminuye la calcificación de los huesos, se reducen la capacidad visual y auditiva, se afecta al sistema cardiovascular en el mundo Occidental, la fertilidad disminuye, la salud va menguando paulatinamente. No obstante, la inteligencia se perfecciona, su vida profesional regularmente entra en plenitud, sus relaciones amorosas cambian, a veces enfrentan divorcios, y la salida de los hijos del hogar, incluso se llega a asumir el nuevo rol de abuelo.
Es común considerar que un rasgo definitorio del ser adulto en la mayoría de las culturas es el matrimonio, razón por la cual, la gente se suele casar y cuando se divorcia la mayoría suelen volver a hacerlo.[4]
Esta etapa puede ser caótica porque “la cuarentena constituye una década en la que se evalúa y se registra la verdad acerca de la adolescencia y la adultez”.[5]  
Filosóficamente la madurez es un concepto que fue trabajado por Kant. Él  utilizó el término alemán mündigkeit que se puede traducir literalmente como “mayoría de edad”. En el contexto latino esto tiene una implicación legal que determina la asunción de la ciudadanía, de derechos y obligaciones. En el contexto kantiano este concepto está ligado con la autonomía de la persona, es decir, con el uso responsable de la libertad y la razón, se busca una personalidad independiente éticamente.[6]
Lo anterior supone que el fin de la educación debe ser la madurez. No obstante, la madurez no es algo acabado, estático; más bien es dinámica. Para Adorno y Habermas es el premio de un largo proceso sin fin del hombre consigo mismo y con la sociedad. Pero este premio si no se cuida se puede perder, ya que es lucha constante por vivir autónomamente. Nadie, tiene la madurez absolutamente ganada: “No hay un solo adulto sobre la Tierra que no haya tenido  que no haya tenido la profunda y perturbadora sensación de que su vida es tambaleante e inmanejable, no importa cuánto se esmeren en separar su basura y en planchar sus pantalones delicados”.[7] La madurez no es un estatus ontológico, no está en la mente perfecta de un adulto, está en las acciones que constantemente se realizan, cuando se busca hacer lo más adecuado.
Por ende, la madurez es finalidad, acción y consecuencia. Significa hacerse dueño de su propia vida, ser fiel a sí mismo, conocerse, apropiarse dueño de su situación, de su estado personal, de sus límites, de sus fortalezas y debilidades.[8]
A pesar de que la periodista Kelly Williams Brown da 468 pasos para convertirse en adulto en su libro Adulting,  ciertamente no hay una fórmula para ser maduro. Ella misma lo reconoces, pero propone que lo esencial del paso de la infancia a la adultez consiste en dejar de centrarse en uno mismo, para centrarse en los demás. Ella lo entiende como NO esperar que las cosas nos lleguen solas y recibamos amor incondicionalmente, cuando en realidad hay que luchar por ellas dando más de lo que se recibe y dando razones para ser amado.[9] Sin embargo, Martha Ruíz Corbella señala que para madurar se deben de atender cinco rubros: 1) el autoconocimiento y la aceptación personal; 2) el dominio sobre sí mismo,  3) la capacidad de reflexionar, 4) el desarrollo moral, 5) la capacidad de responder ante uno y mismo y los demás (la responsabilidad).[10]
La madurez es una cosa biológica y sociológicamente hablando, pero otra filosóficamente. Madurar es un asunto de toda la vida, desde que se hace, hasta que se muere.  Madurar en este último sentido no todos lo buscan, ni todos lo hacen.

Bibliografía.


John W. Santrock, Piscología del Desarrollo. El Ciclo Vital, Edit. Mc Graw Hill, 10ª ed., México, 2006.
Kelly Williams Brown, Adulting. Como convertise en adulto en 468 <facilísimos> pasos, edit. Planeta, México, 2014.
Rafael Gil Colomer (comp.) Filosofía de la Educación Hoy. Diccionario filosófico-pedagógico, Madrid, 1997, entrada: madurez.



[1] http://dle.rae.es/?id=NrIIJbt (consultado el 1 de enero del 2015).
[2]  Varios, Diccionario del Español de México, v. 2, edit. El Colegio de México, México, 2011, entrada: madurez.
[3] Guido Gömez de Silva, Breve Diccionario Etimológico de la Lengua Española, edit. FCE, México, 2009, entrada: maduro.
[4] Helen Fisher, Anatomía del amor, Historia natural de la monogamia, el adulterio y el divorcio, edit. Anagrama, Barcelona, 2012, p. 98.
[5]  John W. Santrock, Piscología del Desarrollo. El Ciclo Vital, Edit. Mc Graw Hill, 10ª ed., México, 2006, p. 583.
[6] Rafael Gil Colomer (comp.) Filosofía de la Educación Hoy. Diccionario filosófico-pedagógico, Madrid, 1997, entrada: madurez.
[7] Kelly Williams Brown, Adulting. Como convertise en adulto en 468 <facilísimos> pasos, edit. Planeta, México, 2014, p. 5.
[8]  Rafael Gil Colomer, Op. Cit., entrada: madurez.
[9] Kelly Williams Brown, Op. Cit., p. 20.
[10] Rafael Gil Colomer, Op. Cit., entrada: madurez.

Comentarios

  1. hoy mi mente me dio esa pregunta,y planchando mi ropa!,me di miles de respuestas muy parecidas a esto, felicidades!

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