¿Qué es la escuela?

Hay un proceso ligado a la adquisición y transmisión de la cultura, uno que es formativo del ser humano, que es la educación. Ahora bien, existe una institución que ha inventado el hombre para dicho fin, ésta es la escuela. La escuela no es el único agente educativo, pero sí es uno de tantos y de los más importantes en el mundo contemporáneo.  No obstante, aunque otras instituciones le han delegado algunas de sus funciones educativas (como la familia), la experiencia ha demostrado que muchas de las actividades formativas se realizan fuera de la escuela, por lo que no es capaz de garantizar por sí sola la educación de las personas.
Esta institución  puede ser pública o privada, según quien ejerza la titularidad de este servicio (los particulares o el Estado).  También es definida como una estructura dinámica que interviene en el proceso educativo de manera formalizada. 
Aunque tiene sus antecedentes en instituciones como el Hemikiklion pitagórico, la Academia, el Liceo, la Biblioteca de Alejandría, los monasterios medievales y las escuelas episcopales,  (que enseñaron el trívium y el cuatrivium)[1] o las universidades medievales, la escuela como la comprendemos hoy, surgió en el siglo XIX.
La palabra escuela viene del latín  schola. A su vez provenía del griego skole, que aludía al tiempo libre, al ocio.[2] Es decir, la escuela es un lugar de ocio. Hoy  en día este término se usa para referirse a un lugar donde se imparte una instrucción. Por eso es que se habla también de escuelas de baile, de computación, etcétera. Pero la escuela no sólo es una establecimiento, lo repito también es una institución que, en el siglo XIX,  se hizo compleja (con varios niveles), con una organización administrativa y legal,  con una planeación de la enseñanza de la creciente cantidad de conocimientos y capacidades técnicas para una sociedad industrializada. Entonces se volvió una obligación, no sólo era ya un derecho.
La función social de la escuela es: la capacitación de las jóvenes generaciones para el desempeño de tareas ocupacionales y profesionales que determinarán su estatus en la sociedad;  control de la formación de los alumnos aptos mediante evaluaciones y convalidaciones, transmisión de los valores socialmente deseados para genera una conducta ideal como ciudadanos.  La escuela también sirve para continuar la capacitación de los adultos, no sólo de niños y jóvenes. De hecho, en los países desarrollados la gente pasa un tercio de su vida en la escuela.[3] De una manera más general y breve la escuela tiene la función de optimizar a las personas en cualquiera de sus estadios.
Para Michel Foucault la escuela tiene un claro matiz de dominación: vincula y garantiza la producción en función de una norma determinada. Es comparable con el ejército o la prisión. La escuela tiene mecanismos de poder que se ejercen disimuladamente. No sólo es formativa, también es impositiva.[4]

 Bibliografía.


Horst Schaub y Karl G. Zenke, Diccionario Akal de Pedagogía, Akal Ediciones, Madrid 2001, entrada: escuela.
 Rafael Gil Colomer (comp.) Filosofía de la Educación Hoy. Diccionario filosófico-pedagógico, Madrid, 1997, entrada: escuela.
Edgardo Castro, El Vocabulario de Michel Foucault, edit. Universidad Nacional de Quilmes, Buenos Aires, 2004, entrada: escuela.




[1] Estas eran las artes liberales, el trívium estaba constituido por la retórica, la gramática y la dialéctica, el cuatrivium por la astronomía, la geometría, la aritmética y la música.
[2] http://dle.rae.es/?id=GMFMuVv (consultado el 1 de enero del 2016).
[3] Rafael Gil Colomer (comp.) Filosofía de la Educación Hoy. Diccionario filosófico-pedagógico, Madrid, 1997, entrada: escuela.
[4] Edgardo Castro, El Vocabulario de Michel Foucault, edit. Universidad Nacional de Quilmes, Buenos Aires, 2004, entrada: escuela. 

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