La vejez

No importa qué término usemos: ancianidad, senectud, adultez mayor, todas esas palabras se refieren a lo mismo, la vejez, es decir el último estadio de la vida humana.  Sucede a la madurez y antecede a la muerte. En las culturas tribales y antiguas el anciano es concebido como el depositario de la sabiduría hereditaria, la cual, ellos transmiten. Simbolizan el saber ancestral, el inconsciente colectivo, así como la encarnación de la justicia, aprendida con los años. Gozan de gran prestigio y respeto por ese estatus y por la dificultad que implica sobrevivir hasta esa edad. Algo de eso se preserva en la literatura y el arte contemporáneo. Jung describe al viejo como el arquetipo de la comprensión y la sabiduría, asumiendo un rol de gurú. El anciano suele aparecer en los sueños disfrazado como una figura de autoridad: mago, médico, abuelo, maestro, etc. El anciano se vincula estrechamente con el ánima, que es el arquetipo de la vida misma en un aspecto femenino dentro del varón, como el animus lo es del aspecto masculino de la vida  en la mujer. Se transforma en la figura de la Gran Madre para hombres y mujeres. Simbólicamente, pues el anciano es completitud a la vez que superioridad.[1]
 Por desgracia hoy en día,  fuera de la psicología jungiana y  el arte, los ancianos son vistos como personas decadentes, estorbosos, obsoletos e inútiles en la sociedad industrializada.[2]  Si bien es cierto que biológicamente el anciano está en un declive, sapiencialmente no lo está.  La vejez supone una reducción del metabolismo, de desarrollo del cerebro, del sistema inmunológico, de los sentidos de la percepción, del aspecto físico, la salud, de la sexualidad y del movimiento. Socialmente los ancianos se retiran de la vida laboral o disminuyen en su productividad, en su sueldo.  En sociedades de primer mundo los ancianos tienen mucha protección, en cambio en el tercer mundo, no.  Representan una crisis y un reto para la sociedad. Existencialmente es una etapa de revisión de la vida y confrontación con la muerte.[3] No obstante, es falso que la ancianidad conduzca necesariamente a la sabiduría. Platón estaba consciente de ello.[4]
Kant creyó que cuando estaba muriendo era cuando apenas había aprendido a vivir, pero también comprendió que la ancianidad era una cosa natural que es provocada por las mismas causas que nos llevan a la juventud y madurez. No obstante, no la veía con buenos ojos, le parecía una especie de pecado cuyo castigo era la muerte. Asociaba a la vejez con una actitud quejumbrosa y procastinadora y que en esa edad, la falta de fuerza y poder era compensada por el ficticio poder del dinero.[5]
En latín el anteanus es el que existía mucho antes, años antes.  Un anciano es una persona con muchos años Sinónimos de esto son: vetulus (o veclu en latín vulgar), palabra que en español derivó en “viejo” y  en “veterano”, y senex  que evolucionó a senil, senador, senado.[6]
La vejez entendida como una etapa de la vida es una cosa reciente,  del siglo XX, ya que antes la gente moría muy joven. Los ancianos eran pocos y afortunados.  La vejez se puede entender a partir de los 60 o 65 años de edad en adelante. Hay  ancianidad joven y ancianidad muy mayor. La primera va de los sesenta a los ochenta y cinco; la segunda de los ochenta y cinco en adelante.
Bibliografía
Daryl Sharp, Lexicon Jungiano,, edit. Cuatro Vientos, Santiago de Chile, 1997, entrada: viejo sabio.
Federico Revilla, Diccionario de Iconografía y Simbología, edit. Cátedra, 5ª ed., Madrid 2007, entrada: anciano.
John W. Santrock, Psicología del Desarrollo. El Ciclo Vital, Edit. Mc Graw Hill, 10ª ed., México, 2006.



[1] Daryl Sharp, Lexicon Jungiano,, edit. Cuatro Vientos, Santiago de Chile, 1997, entrada: viejo sabio.
[2] Federico Revilla, Diccionario de Iconografía y Simbología, edit. Cátedra, 5ª ed., Madrid 2007, entrada: anciano.
[3] Cfr. John W. Santrock, Psicología del Desarrollo. El Ciclo Vital, Edit. Mc Graw Hill, 10ª ed., México, 2006.
[4] Morris Stockhammer, Plato Dictionary, edit. Philosophical Library, E.U.A., s.f., entrada: old age.
[5] Morris Stockhammer, Kant Dictionary, edit. Philosophical Library,  E.U.A., s.f., entrada: old.
[6] Guido Gómez de Silva, Breve Diccionario Etimológico de la Lengua Española, edit. FCE, México,  2009, entradas: anciano, senil, viejo. 

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