¿Quién es Chaïm Perelman?


Chaïm Perelman tal vez no sea uno de los filósofos más conocidos del siglo XX, pero sí es reconocido como el personaje que revivió a la Retórica en el mundo de la Filosofía.  Él nació en Varsovia, Polonia el 20 de mayo de 1912. Luego su familia se mudó a Amberes, Bélgica en 1925. Perelman tenía 12 años de edad.  Eran de origen judío. Ahí  cursó su educación media. Posteriormente, estudió Derecho y Filosofía en la Universidad Libre de Bruselas (ULB). Se doctoró en Leyes en  1934 y luego en Filosofía en 1938.  Este  último grado lo obtuvo a partir de una investigación sobre la lógica de Gotlob Frege.
Inmediatamente fue designado como lector  de la Facultad de Filosofía y Letras. Al siguiente  año (1939) fue propuesto como profesor asistente, pero fue  hasta 1944 que recibió una designación propiamente magisterial, la cual, ejerció  en la práctica hasta 1951, fecha en la que Leo Apostel –quien además era su amigo- se encargó de su cátedra. Sin embargo, Perelman siguió siendo profesor de la ULB hasta 1978, cuando se jubiló.  También fue profesor invitado de la Universidad Estatal de Pensilvania por Henry W. Johnstone, quien fue el fundador de la revista Philosophy and Rhetoric.
Durante la Segunda Guerra Mundial fue miembro de la resistencia.
En 1950 fundó el Centro Interuniversitario de Lógica. Ocupó diversos cargos administrativos como la presidencia de la Unión Internacional de Derecho y Filosofía Social y del Instituto Internacional de Filosofía.
También recibió algunos reconocimientos públicos, como el Premio Francqui en 1962 y la baronía otorgada por el parlamento belga en 1963.
            Produjo cuarenta y siete obras, de las cuales tenemos unos cuantos libros más una gran cantidad de colecciones de artículos y cursos publicados. Sus artículos académicos fueron 229. La mayoría están contenidos en las antologías que se publicaron de sus textos. Escribía en lengua francesa. Su primera obra la publicó en 1944. Se llamaba De la Justicia. Ahí concluyó  que los juicios jurídicos no se pueden reducir a la lógica, pues al final, son juicios de valor. Esto lo llevó a explorar una nueva fundamentación de la lógica jurídica que lo condujo a explorar la Retórica Antigua. En ese rubro ejerció una gran influencia su maestro Eugene Dupréel. Para realizar ese objetivo, decidió  colaborar con una compañera suya de la Universidad Libre de Bruselas, Lucie Olbrechts-Tyteca, a partir de 1948. Su trabajo arrojó una primera obra: Retórica y Filosofía en 1952. Sin embargo, diez años después de que ambos iniciaran su trabajo conjunto, hicieron  una aportación monumental: El Tratado de la Argumentación. La Nueva Retórica (1958).
En los años 60 se constituyó una comunidad de discípulos que hizo escuela de su pensamiento. Fue conocida como el grupo de Bruselas. Este grupo se posicionó como uno muy importante para estudiar la Filosofía del Derecho y la multidisciplinariedad de la Teoría de la Argumentación.
Su pensamiento giró en torno a la Filosofía del Derecho, la Lógica y la Retórica. Inició influenciado por el positivismo y la lógica formal. Luego se empapó de Aristóteles, los sofistas, Quintiliano y Cicerón para proponer su Teoría de la Argumentación. Nuevamente, el sello de Dupréel aparece en esa agenda. También Perelman estuvo influenciado por F. Gonseth, y su neo dialéctica.  Gonseth formó el grupo de Zúrich,  constituido por un conjunto de pensadores interesados en hacer una reflexión dialéctica anti metafísica que rechazaba las verdades eternas y absolutas, que sometía a revisión su propia experiencia.  Perelman se convirtió rápidamente en uno de los principales representantes de esta agrupación, junto con otro gran pensador Gastón Bachelard. No obstante, Perelman no se consideraba miembro de ningún conjunto, más bien se auto concebía como un pragmatista.
  Aunque seguramente el judaísmo lo influyó, tampoco se caracterizó por ser un pensador  especialmente fervoroso. Admitió haber estudiado el Talmud seis meses y ya. Fue amigo de Martin Buber. También se puede especular que el nazismo ejerció cierta influencia para  que Perelman estudiara con interés cómo se generan los juicios de valor. Lo cierto es que cuando se gestó la UNESCO dicho pensador colaboró con ella en un proyecto de investigación sobre la democracia (una clara reacción de la Posguerra). 
Su propuesta teórica sobre la argumentación gustó mucho en los países socialistas y en los Estados Unidos.
Finalmente, he de decir que este autor consideró que la Filosofía debía ser algo entendible, con la función de hacer al hombre más razonable y educarlo. También opinó que tal disciplina debía ser algo abierto, inacabado, revisable, que puede ser regresivo (por eso su vuelta a la antigua retórica para fundamentar una nueva), que se pudiera volcar sobre sí misma para revisar argumentativamente sus supuestos.
Murió de un ataque cardiaco el 22 de enero de 1984 en Bruselas.

Bibliografía


Chaïm Perelman y Lucie Olbrechts-Tyteeca, Tratado de la argumentación. Nueva retórica, edit. Gredos,  Madrid, 2006.

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