Falacia de apelación a los sentimientos

Las falacias de apelación a los sentimientos son aquellas que, para convencer, buscan provocar un sentimiento en el espectador de temor (ad baculum), piedad (ad misericordiam) o inseguridad, debido a una carencia de conocimiento (ad ignorantiam) sin, necesariamente, tener que descalificar a alguien.[1] Ej.

Si no crees que tenga yo razón, tal vez ya no contarás con mi apoyo (ad baculum).

Pobrecito. Si robó un carro y mató a su dueño  fue porque de chico tuvo una infancia difícil (ad misericordiam).

No puedes demostrar que no llegué a la cita, si tú no estabas ahí justo a la hora señalada, ya que llegaste dos minutos después (ad ignorantiam).

Ejercicio

I. Buscar en los periódicos y revistas recientes 3  falacias. Transcribe la falacia, indica su tipo y la ficha hemerográfica.

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[1] Aquí hay que hacer notar que todos los argumentos sofísticos de corte retórico mueven los sentimientos, incluso los argumentos ad hominem, que pueden despertar agrado o rechazo. Y habrá casos en que se presenten argumentos ad hominem que también apelen al temor, la piedad y la ignorancia.