Infusión de desamor con tonos de amor

Triste dolor amargo de tonos grises,

bebes de ese licor anestesiante,

 me envuelves en los bits de un espejismo,

creas fantasmas en la soledad.

Me sabes a Dios con secular desencanto,

Te leo como novela romántica de Whatsapp

Con el donjuanismo de un Romeo agónico

Me sabes a ese llanto cuya sal he evitado derramar.

Tienes la suavidad de esas lágrimas que no dejaré rodar.

Eras la crónica de una muerte anunciada

Eres anuncio de una crónica sin nada más qué matar.

Confieso: esto ya lo sabía…

Sólo quería ver el destino lejano pasar,

Prolongar los días uno a uno, hasta que sumaran meses o años,

Pero todo lo bueno pronto acaba por terminar.

Si en esta aventura entré, fue consciente, neciamente y con dolo.

Lo hice por ti.

Porque me hiciste  sentir vivo de nuevo,

Porque la esperanza volvió por unos instantes,

Porque me supiste a miel en tus labios,

Porque le robé a la absurda existencia unas cuantas gotas de eso que dicen se llama “amor”.