La Ciudad del Cielo
La aventura hace mucho más interesante a la vida. El alpinismo siempre sació en mi tal necesidad y no pensé que alguna vez me fuera a llevar a una aventura aún mayor, la del descubrimiento de una cultura milenaria y adelantadísima. Fue por un bendito accidente que llegué a ser uno de los precursores de esta nueva ciencia que estudia el desarrollo y los orígenes de la humanidad a partir de sus restos materiales. Los recientes avances en las ciencias de la naturaleza han aportado mucho a la nuestra. Nos han permitido, con el descubrimiento de la radioactividad, calcular mediante el uso de cierto isótopo de carbono la antigüedad del utillaje de nuestros antepasados. Pero no nos desviemos, volvamos al relato de mi transición de la conquista de las cúspides a la del desciframiento de la historia cuando ésta ha quedado muda. Hace un lustro estaba yo realizando un viejo capricho mío: recorrer el Gran Valle de la Meseta Central y escalar sus principales picos. Nadie hasta el momento ha...