La globalización
La globalización
es un fenómeno mundial contemporáneo. Tiene detractores, tiene admiradores.
Algunos lo consideran un movimiento inevitable de la historia de la humanidad.
Otros una maquinación de los poderes fácticos para obtener beneficios
económicos y políticos.
La RAE ya incluye este concepto en su diccionario. Es un neologismo. Algunos prefieren llamarla
mundialización. Tiene cuatro sentidos: 1) el de la acción de integrar cosas
diversas, 2) el de la ampliación de ámbito de una institución al plano
internacional, 3) el de la difusión de modos, tendencias y valores que fomenten
una uniformidad de gustos y costumbres, 4) el de un proceso en el que los
mercados y economías adquieren una dimensión mundial con la mediación de la
tecnología y la desregulación de los gobiernos.[1]
En términos más generales, la globalización puede ser una categoría para
referirse a la realidad de una sociedad planetaria libre de aranceles,
diferencias religiosas, étnicas, políticas, sociales o culturales.[2]
Según Wikipedia es un proceso económico, tecnológico, político y cultural de carácter
mundial que consiste en la creciente comunicación e interdependencia entre los
distintos países, uniendo sus mercados, sociedades y culturas, a través de una
serie de transformaciones sociales, económicas y políticas[3].
Hay quien considera globalización en la cooperación internacional como la ONU o
la Unión Europea.
Algunos consideran que la caída del muro de Berlín y la caída del bloque
socialista es un símbolo de la globalización. Entonces la globalización
tácitamente se asocia a la democracia y el capitalismo con su revolución
tecnológica. Incluso, A. Touraine
entiende que la globalización es la modernización del capitalismo. Ante la eliminación
de la URSS como una alternativa al capitalismo, el capitalismo pierde
competidores. La globalización responde al interés de los países triunfadores
de la Guerra Fría que tienen en ella un plan e intención estratégicos. A su
vez los países subindustrializados
apoyan la globalización, ya que genera en grupos económicos internos un
beneficio. Claramente también hay un neoproteccionismo en el mundo del libre
comercio que protege los intereses de los países industrializados, como son los
subsidios que reciben del Estado los agricultores de países desarrollados. De
ahí que se imponga el globalismo, la ideología de los ganadores de la
globalización. Esa ideología privilegia al mercado sobre el Estado.
El término globalización empezó a ser usado a mediados de la década de
los noventa. Estuvo motivada por la proliferación de tratados de libre comercio
en el mundo. De hecho ella ha sido impulsada por consorcios y capitales
transnacionales. Se puede señalar que su
elemento clave es la empresa transnacional. Ella se expande por el espacio
planetario, ya no se restringe a un espacio estatal. La globalización ha sido
impulsada desde arriba por actores económicos ligados a grupos de comercio y
corporaciones. Pero también ha sido impulsada desde abajo por actores
emergentes sociales y políticos a través de organizaciones laborales,
humanitarias, religiosas o ecológicas.
Hay quienes consideran a la globalización como un cambio cuantitativo de
las interacciones económicas mundiales. Hay quienes la consideran un cambio
cualitativo que se refleja en la aceleración de las telecomunicaciones
(destacando el internet como su protagonista), afecta a la población más pobre
del mundo, la internacionalización de la producción de mercancías, la
internacionalización de servicios, la mundialización del comercio, la economía
se desvincula del control político, se internacionalizan fenómenos no deseados,
como el crimen organizado, se genera una brecha norte-sur en el manejo de
nuevas tecnologías.
En consecuencia han surgido efectos negativos o contrarios a la
globalización, como los regionalismos. La integración económica beneficia a los
países más industrializados y excluye a los menos. Sólo los países en vías de
desarrollo del tercer mundo alcanzan los beneficios esta integración. Y aunque
los países más pobres pueden obtener préstamos de la Organización Mundial de
Gobierno y el Fondo Monetario Internacional, las condiciones para éstos, es la
apertura comercial de sus economías a las compañías y capitales extranjeros. Se
amplía la brecha entre ingreso y
bienestar. Se privilegia el trabajo técnico profesional y la administración de éste, pero los ingresos
de la fuerza laboral no especializada decaen. Así que crece también la brecha
entre pobres y ricos. Las migraciones de regiones rurales a urbanas se potencializan.
Se da poca atención al problema ambiental. Se desmantela la visión del Estado
social y se debilita su poder.
Ante la transformación de los Estados. Hay quien aboga por un Estado
mundial centralista, quienes abogan por la abolición de los Estados y la
práctica del comunitarismo, o bien, luchan por la creación de una República
internacional que sea subsidiaria y federal.
También se habla de efectos axiológicos nocivos, como la identificación
de la avaricia y los intereses personales con el bien público. Así que una
consecuencia social y personal es la fragmentación de las naciones y de las
comunidades. Se crea un culto a la diferencia. La publicidad se encarga de
fomentarla. El sistema opera a partir de las desigualdades sociales. Los medios de comunicación masivo cooperan en
la imposición de ideas, estilos de vida y maneras de actuar.
Por los efectos negativos de la globalización el Papa Juan Pablo II
criticó a la globalización en su visita a México en 1999.
Paradójicamente la globalización no es un fenómeno históricamente nuevo.
Lo que es nuevo son sus instrumentos y sus efectos. Pero desde la Antigüedad
los grandes imperios han tenido aspiraciones globalizadoras. Ejemplos de estos son el Imperio Romano, el
Bizantino, el Imperio Español, el Imperio Otomano, el Imperio Británico y el
Imperio de los Zares. Ellos impusieron sus mercados a los derrotados. Se dice que los imperios del futuro no
corresponderán a los Estados, sino a los conglomerados internacionales.
Sin embargo, también han surgido movimientos contestatarios que han
afrontado el problema de la globalización. En 2001 surgió en Porto Alegre,
Brasil, el Foro Social Internacional, que es una reacción a la tendencia
globlaizadora del Foro Mundial Internacional, el cual sesiona anualmente desde
1971 en Davos, Suiza. Es un foro crítico contra el neoliberalismo, la
globalización y el pensamiento único.
Bibliografía
"Globalización." Microsoft® Encarta® 2006
[DVD]. Microsoft Corporation, 2005.
Dieter Nohlen (coordinador), Diccionario de Ciencia Política,
tomo I, 3ª ed., edit. Porrúa, México,
2006, entrada: “globalización”.
Rodrigo Borja, Enciclopedia de la Política, tomo I, edit.
FCE, 3ª ed., México, 2002, entrada: “globalización”.
Ted Honderich, The Oxford Companion to Philosophy, 2ª ed.,
edit. Oxford University Press, China, 2005, entrada: globalization, morality and politics.
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