Cómo tomar una decisión
Una decisión es el acto de la voluntad de realizar una acción determinada. Tomar una decisión no siempre es fácil. Hay decisiones sencillas e intrascendentes en nuestras vidas y hay decisiones complejas y trascendentes. No siempre que se toma una decisión se hace de la forma correcta. A veces se hacen precipitadamente, sin pensar mucho. Si el resultado es bueno, qué fortuna, pero si no, se pudo haber tomado la decisión reflexivamente. Reflexionar una decisión antes de tomarla, facilita tomar una mejor decisión que cuando se hace impulsivamente. Si bien reflexionar no garantiza el éxito, si lo acerca. Se puede reflexionar una decisión de manera metódica, no sé si correcta. Una decisión puede tratar sobre si realizar o no algo, o bien sobre si realizar una cosa o bien otra. La propuesta que hace Ofelia Tovar es que consideremos las variables y las características de nuestra decisión. Por variables entiende los factores que determinan, que afectan a una situación; por características entiende las cualidades o condiciones que se desean alcanzar al tomar la decisión. En consecuencia, propone que se haga un listado de las variables que afectan a nuestra decisión y de las condiciones que se quieren lograr. Hacer este listado vuelve a lo abstracto algo concreto y permite conceptualizar los deseos y expectativas del que decide. Las variables sirven como criterios de evaluación en una toma de decisiones. Una variable importante son las consecuencias. Ellas son los efectos posibles que produce una decisión. Pueden ser buenas o malas, a corto o a largo plazo. Pueden ser poco probables o inminentes. Pueden ser previsibles o imprevisibles. Los seres humanos vivimos las consecuencias de nuestras acciones. Charles Darwin hizo lo anterior cuando decidió casarse con su esposa, estableció sus variables en función de ciertas cualidades o condiciones y enlistó las ventajas y desventajas de hacerlo y no hacerlo. La decisión le resultó bien.
También se suele decir que se escuche otras opiniones antes de tomar una decisión. Hacerlo permite valorar otros puntos de vista y enriquecer el propio. Sin embargo, he de mencionar que existe un riesgo al realizar esto, se puede delegar a otro la toma la toma de la decisión y vivir las consecuencias generadas por otra persona, o bien, se puede dar valor a malos consejos, a comentarios que son inadecuados para uno, dudando del propio criterio por darle un gran peso a la opinión del otro. Saber valorar qué vale la pena de lo recomendado por otros y verlo en su justa medida, es todo un arte.
Así que he aquí la recomendación de una forma metódica de cómo tomar una decisión.
Fuente: Ofelia Margarita Tovar, Plan de vida y carrera profesional, edit. Trillas, México, 2012.
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