Sistema Electoral y Partidos Políticos en México

Los sistemas electorales y los partidos políticos constituyen  la manera institucional que tiene los Estados para justificar y transmitir el mando.  Aunque pareciera que estos sistemas son exclusivos de las democracias, también en algunos regímenes  autoritarios y totalitarios hay elecciones y partidos políticos, los cuales sirven para dar espacios reducidos  a una oposición política muy controlada, o bien, para simular la apariencia de una democracia. Esto varía en cada país. Técnicamente un sistema electoral es “el conjunto de reglas y procedimientos que regulan la forma en que los ciudadanos pueden expresar preferencias políticas y la manera en que los votos se traducen en asientos parlamentarios o en cargos de gobierno”.[1]  
En el siglo XX los Estados se volvieron sistemas volcados en el partidismo, el cual, lo hicieron mucho más sofisticado que en otras épocas.
Los sistemas electorales pueden ser de tres tipos: de mayoría, de representación proporcional, o mixtos. La mayoría simple genera un ganador a través del voto directo, la representación proporcional asigna a los partidos políticos cierta cantidad de cargos en función de la proporción de votos que tuvieron todos ellos en una elección. El sistema mixto combina estos dos principios. Pretende resolver el problema de que un sistema simple excluye a partidos políticos que tienen una votación importante, pero que no ganan una elección; y por  el otro lado, el sistema de representación proporcional distribuye cargos que no son producto del voto directo, de la decisión popular.
México tiene un sistema electoral mixto. El presidente se escoge por mayoría simple, mientras que los legisladores se escogen por ambos principios. El poder judicial es elegido en conjunto por el presidente y el senado.  Las elecciones del poder ejecutivo y del poder legislativo son organizadas por un organismo autónomo del gobierno el Instituto Nacional Electoral (INE),  y las irregularidades y delitos surgidos son juzgados por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Nación (TEPJN) en un proceso que se califica como ciudadano.
No cualquier ciudadano puede ser elegido para un cargo, tiene que cubrir ciertos requisitos, pero, además, debía estar afiliado a un partido político a pesar de la garantía que brinda el artículo 35 constitucional, que permite la participación a todos los ciudadanos.   En las elecciones intermedias del 2015 el INE reguló la participación de candidatos independientes, e incluso derivó en el triunfo en la gubernatura de Nuevo León de Jaime Rodríguez Calderón, alias, el Bronco.[2]
Volvamos al asunto de los partidos políticos.   
Una definición muy general de partido político es la de un agrupamiento de individuos que comparte intereses o ideas.[3]  No obstante, esa definición también aplica para un equipo de futbol. Benjamin Constant dijo que son “una reunión de hombres que profesan la misma doctrina política”.[4] De acuerdo al INE, “los partidos políticos son entidades de interés público que tienen como fin promover la participación de los ciudadanos en la vida democrática, contribuir a la integración de la representación nacional y como organizaciones de ciudadanos, hacer posible el acceso de éstos al ejercicio del poder público, de acuerdo con los programas, principios e ideas que postulan y mediante el sufragio universal, libre, secreto y directo”.[5] Cada una de estas entidades recibe un presupuesto federal para ejercer sus acciones cívicas.
Todo partido político está constituido por los siguientes elementos: una ideología política, un plan de gobierno y una organización permanente establecida a nivel nacional.  Pueden estar organizados en élites (partidos de cuadros) con corrientes ideológicas o bien en una estructura que pretenda abarcar a todos los miembros de la sociedad por igual (partidos de masas).
En consecuencia, nuestro sistema electoral presupone y demanda la existencia de un sistema de partidos políticos. Este sistema puede ser de tres tipos: de partido único, bipartidista o pluripartidista según la cantidad de partidos que se les permita contender.
Los partidos políticos tienen su antecedente en las facciones de las revoluciones inglesa y francesa. David Hume dio una justificación filosófica para la existencia de los partidos políticos a partir de la diversidad y complejidad de las instituciones estatales que son la base de ese pluralismo que contribuye al equilibrio de poderes. Más adelante, Friederich Rohmer en su Teoría de los partidos políticos en 1844 declaró que ellos son un reflejo de las diversas etapas de la vida humana: los radicales corresponden a la infancia, los liberales a la adolescencia, los conservadores a la madurez y los absolutistas a la vejez.
Un argumento sociológico iría en la línea de Hume, al señalar que la complejidad, no del gobierno, sino de la estructura social,  deriva en la necesidad de diversos partidos políticos, ya que la sociedad naturalmente está compuesta por partes distintas (Blunschli). Otra justificación de la existencia de los partidos políticos es de carácter ideológico, es decir, existen éstos porque la opinión en las sociedades respecto a los asuntos públicos nunca es igual, lo único que unificaría a esos grupos sería la tolerancia y el nacionalismo. Rodrigo Borja señala que los partidos políticos se han constituido en laboratorios de análisis y solución de los conflictos sociales, siendo custodios de la estabilidad política y el respeto de las normas democráticas. Tienen las funciones de organizar a las masas, de  conquistar el poder, como medio para realizar sus planes de gobierno en acciones reales.  Ahora bien,  el partido en el poder no debe de confundirse con el gobierno, pues son entidades distintas. Acaso será un intermediario él entre el gobierno y la sociedad. Cuando no conquistan el poder, y se convierten en partidos de oposición,  son medios de vigilancia de la acción gubernativa a través de una actitud crítica frente al gobierno, supervisando la preservación de los derechos humanos y de las libertades ciudadanas.
Claro que también hubo críticas al pluripartidismo de parte de algunos de los revolucionarios franceses, ingleses y posteriormente de los socialistas, pues ellos se percataban que la competencia entre partidos divide a la sociedad, la polariza. Otra crítica en contra de los partidos políticos es la de que ellos se han convertido en un instrumento de confiscación de la soberanía al pueblo (Mosei Ostrogorski, Roberto Michels, Edgar Milhaud).
 En Cherán, Michoacán, en 2011,  tras solicitar el apoyo a las autoridades de distintos partidos políticos para resolver sus problemas, la población optó por anular los partidos políticos y regirse por un sistema comunitario de gobierno tarasco, aprovechando la figura jurídica del gobierno por usos y costumbres.
México es un país pluripartidista. Actualmente consta con 10 partidos políticos registrados a nivel federal: Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido de la Revolución Democrática (PRD), Partido Acción Nacional (PAN), Partido del Trabajo (PT), Partido Verde Ecologista (PVE), Movimiento Ciudadano, Nueva Alianza, Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), Partido Humanista y Encuentro Social.
En cada elección se registran cierto número de partidos nuevos, que regularmente pierden al no cubrir con el mínimo de porcentaje de la votación a su favor que les pide la ley para subsistir. Para las próximas elecciones será el 3%. Unos desaparecen, otros se transforman en una propuesta de un nuevo partido para la siguiente elección, otros continúan con algunas actividades, a pesar de no ser oficiales, como por ejemplo, El Partido Popular Socialista, fundado por el filósofo Vicente Lombardo Toledano, el cual todavía sus instalaciones y atención al público a pesar de carecer de registro desde 1997.
De todos estos, los tres más grandes e importantes son el PRI (creado en 1930), el PAN (creado en 1939) y el PRD (creado en 1989). 

Fuente:


María Amparo Casar, Sistema Político Mexicano, Edit. Oxford University Press, México,  2010.
Philippe  Raynaud y Stéphane Rials, Diccionario Akal de Filosofía Política, edit., Akal, Madrid, 2001.
Rodrigo Borja, Enciclopedia de la Política, t. II, 3ª ed., edit. FCE, México, 2003, entrada: partido político.



[1] María Amparo Casar, Sistema Político Mexicano, Edit. Oxford University Press, México, 2010, p. 169.
[2] https://es.wikipedia.org/wiki/Candidato_independiente (consultado el 18 de octubre del 2015).
[3] Philippe  Raynaud y Stéphane Rials, Diccionario Akal de Filosofía Política, edit., Akal, Madrid, 2001, 587.
[4] Ibidem.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Proposiciones atómicas y proposiciones moleculares

¿Qué son las artes menores?

¿Qué es un instagrammer?