A los trece. Reflexión sobre la película.
Autor: Ricardo Mazón Fonseca.
Género: Reflexión.
Género: Reflexión.
A los Trece (Thirteen) es una película del año 2003, cuya
vigencia me parece todavía incuestionable. Hoy más que nunca, los muchachos de
esta edad están expuestos a la drogas ilegales y legales, hoy con menos
restricciones que otras épocas están abiertos a la asunción y exploración de
una efervescencia sexual y social, hoy los jóvenes se encuentran expuestos a la
crisis de las familias con el boom de los divorcios, violencia intrafamiliar,
poca comunicación, etcétera; hoy más que nunca la sociedad se encuentra inmersa
en la dinámica de lo que Gilles Lipovetsky ha denominado la era del vacío.
Este filme se
basa en las propias experiencias adolescentes de uno de sus dos guionistas, a
saber: Nikki Reed.[1] En sólo seis días ya estaba escrita esta
historia para Fox Searchlight Pictures[2].
Ella en la vida real tiene un hermano y dos padres divorciados, siendo una
cosmetóloga y el otro escenógrafo. Igualmente, fue expulsada del bachillerato Alexander Hamilton y pasó momentos muy difíciles
a la par de ese suceso. Tuvo que
estudiar con tutores y superar sus problemas. Lamentablemente el Roble no tiene
una sucursal en E.U.A. Como sea, ella siguió estudiando y se hizo actriz y
guionista, destacando su guión en la película A los Trece y sus afamadas
actuaciones en la serie de Crepúsculo.
En 2002 conoció
a la directora de cine Catherine Hardwicke, cuando ésta salía con su padre,
Seth Reed.[3]
El conocerse ambas, las llevó a escribir el guion de la película en cuestión,
la cual, es una especie de reclamo ante la degradación de la sociedad
norteamericana, que por cierto, en muchos aspectos y cada vez más se parece a
la mexicana. La familia Freeland, de la
cual, por cierto su miembro más maduro es Mason, es esclava de sus problemas,
no del sueño americano. Tracy es la protagonista de esta historia e hija de
esta familia, cuyos padres se encuentran separados. Ella siente una soledad
enorme y una “invisibilidad” que trata de superar, practicando la
autolaceración, pero especialmente, haciéndose amiga de la chica más popular y
candente de su escuela: Eva Zamora.
Como todos
sabemos, Eva es una chica con muchos problemas y que causa problemas en la
familia Freeland, cuando la reciben en su casa. Aunque la película es un poco
maniquea y en ratos pareciera que Tracy es buena y vícitima de la mala y
maquiavélica Eva, ciertamente el perfil de ambas chicas es el de dos vacíos
profundos que se compenetran y hacen una amalgama explosiva que termina en una
trágica ruptura en la que Tracy resulta más lastimada, pero a la vez, resulta
más aleccionada, ya que se distancia de los propias carencias que Eva
potencializa y que la hacen volver a añorar la inocencia de una niña que le
gusta jugar en el girador de un parque. Si
atendemos a la biografía de Nikki Reed y la consideramos como el alter ego de
Tracy, sabemos que ésta última tocó fondo y se superó.
Parece que la
película es una defensa de los valores tradicionales a través de una distopía:
la amistad, la familia, la honestidad, la autoestima, la solidaridad, etcétera.
Creo yo, que la película, no es persignada, sino un poco cruda y en momentos
satírica. Provoca en los espectadores reacciones diversas de escándalo,
rechazo, de complacencia, de empatía. Y
ciertamente ofrece a la reflexión el rol que puede tener la sociedad y la propia
juventud para llenar el vórtice de vacuidad en el que se ha inscrito, porque
para muchos la sociedad no está tan degradada, para otros sí. Por último, me gustaría
preguntarles a ustedes, ¿qué piensan al respecto? ¿Lo estamos o no lo estamos?
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