¿Qué es la gramática?
De acuerdo con
la RAE la gramática es el estudio de “la estructura de las palabras, las formas
en que estas se enlazan y los significados a los que tales combinaciones dan
lugar”.[1]
Wikipedia define la gramática como “el estudio
de las reglas de las reglas y principios que gobiernan el uso de las lenguas y
la organización de las palabras dentro de las oraciones y otros componentes
sintácticos”.[2] En ese sentido cada lengua tiene su propia
gramática.
La gramática comprende las
siguientes ramas: la morfología, que estudia la estructura de las palabras, su
constitución interna y sus variaciones; la sintaxis, que estudia la manera en
que se combinan y disponen las palabras. Fundamentalmente la gramática es morfosintaxis.
O bien: es morfología y sintaxis. El
estudio lingüístico de las unidades previas a las palabras corresponde a la
fonología y a la fonética. A veces éstas son consideradas parte de la
gramática, pero en ocasiones son relacionadas más bien con la lingüística. ¿Qué no le corresponde estudiar a la
gramática? Pues los estudios de semántica y pragmática, es decir: los estudios
de el significado de las palabras y del uso que hacen los hablantes de los
recursos idiomáticos.
Las unidades fundamentales o esenciales que estudia la gramática se les
llama unidades sustantivas. Éstas son los fonemas, las sílabas, los morfemas y
las palabras. Luego, las palabras forman grupos sintácticos (que suelen ser
nominales o verbales). Los grupos sintácticos forman oraciones en las que
encontramos tanto funciones sintácticas, como relaciones sintácticas. Las
primeras son tales como sujeto, complemento, predicado, etc. Las segundas son
concordancia (género, número y tiempo) selección (elección de las preposiciones
correctas) y posición (ubicación de los grupos sintácticos en una oración).
Hay varios tipos de gramática. Aunque es una sola, ésta tiene varios
enfoques. Cuando se estudian las reglas de una lengua en el momento determinado
(regularmente el presente), tenemos una gramática sincrónica. Si se
estudia cómo van cambiando las reglas gramaticales con el paso del tiempo,
tenemos una gramática histórica. Por otro lado, también podemos observar
dos formas de abordar la gramática desde otro punto de vista distinto al cronológico.
Si estudiamos la gramática diciendo cómo opera la gente el lenguaje, tenemos
una gramática descriptiva, pero si estudiamos las reglas gramaticales
desde una perspectiva ideal que resulte ejemplar nos enfrentamos a una gramática
normativa. Pero, si se busca estudiar el fundamento de la gramática desde
una explicación profunda, encontramos la existencia de una gramática teórica.
Para algunos pensadores la gramática es una rama no de la lingüística,
sino de la metafísica y la lógica (y por ende de la filosofía), como señala
Martín Alonso.[3] Pero,
además recordemos que la gramática fue estudiada por los filósofos antiguos y
vinculada a la retórica. Esta herencia continuó en los filósofos medievales.
Solamente en la modernidad fue desvinculada de la filosofía.
El gramaticalismo, además, es una actitud actual que desvincula
también a la gramática de una utilidad. La utilidad de la gramática está en que
ayuda a comprender la lengua y nos enseña a redactar, es decir, a expresar por
escrito los pensamientos. La redacción es el arte de escribir una frase con
exactitud y originalidad. Implica el uso de las palabras y un estilo propios. Si se memoriza la gramática sin aprender a
redactar, de nada sirve. El lenguaje no
solo es algo creado y definido (ergon), es una energeia, es
decir, una fuerza creadora y de actividad. Es un hecho real que va unido al
individuo, pese a que éste pertenezca a una comunidad social de hablantes.
Bibliografía
Martín Alonso, Ciencia del lenguaje y arte del estilo,
tomo 1, edit. Aguilar, México, 1990.
Varios, Nueva gramática de la lengua española, edit. Espasa,
México, 2010.
Gramática
- Wikipedia, la enciclopedia libre
[1]
Varios, Nueva gramática de la lengua española, edit. Espasa, México,
2010, p, 3.
[2] Gramática - Wikipedia, la
enciclopedia libre, consultado el 21 de enero de 2024.
[3] Martín
Alonso, Ciencia del lenguaje y arte del estilo, tomo 1, edit. Aguilar,
México, 1990, p. 3
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