Efemérides
El heroísmo no siempre es registrado por los libros. Permítanme reconstruir un extraordinario pasaje meritorio de conservarse en los Anales Patrios… -Pedo Apestoso, Pedo Apestoso, ¿me escuchas? -Claro y fuerte, Mosquito Cachondo. ¿Qué quieres? Cambio. -Zurrar echándome pedos apestosos. Cambio. -¿Para eso me hablas, güey? Cambio. -No, el objetivo empezó a desplazarse. Posiciónense en sus posiciones. Cambio. -Enterado. La Fuerza X entra en acción. Cambio y fuera. Mosquito Cachondo desde el sanitario, escondido de la maestra, de la conserje, de sus compañeros, con un radio de juguete y la adrenalina al tope realizaba su primera proeza guerrillera. La misión era genialmente sencilla. ¿La víctima? Esa maldita masa adiposa cuyo peso correspondía proporcionalmente a su pesadez. Solitarias por el patio tremulaban a cada paso las monstruosas nalgas de la amorfa criatura infernal. Todo un espectáculo, digno del peor vomitivo. Nada más doña Chabelita estaba afuera. Tenía...