Cinco consejos para el regreso a clases presenciales
Más vale cadáver
culto que niño ignorante, así reza la Secretaría de Educación Pública. Porque
no hay mejor herencia que podamos darle a nuestros hijos que la educación para su
futuro. No importa si mueren en el transcurso. Debemos correr riesgos. En
cualquier momento el núcleo de la Tierra podría explotar o aplastarnos un piano
de conciertos al salir de nuestro domicilio. ¿Por qué debería preocuparnos el covid
19? En fin, ante la inminencia de este alegre regreso a clases, tanto para
convencidos como no convencidos, el Filósofo les dará cinco recomendaciones:
1.
El
cubrebocas. Use un cubrebocas de triple capa de tela, o bien, porte una
mascarilla KN95. Acomode tal dispositivo
de manera que proteja su boca y nariz.
El Instituto John Hopkins ha demostrado que no se contagia el covid a través
de la papada, ni del cuello. Así que no hay que ponerse el cubrobocas en esas
partes del cuerpo.
Es
posible que, si usted padre de familia, dude que su hijo conserve el cubrebocas
todo el tiempo y se lo pueda quitar para comer de su lunch, lavarse los
dientes, o simplemente para ir al baño y cagar a gusto. Así que fije el
cubrebocas en casa con cinta de aislar, dándole varias vueltas a su cabeza. Si
considera que su hijo es necio y quizá intente quitarse el cubrebocas con unas tijeras,
entonces utilice una guayaba y diga que es una granada y que si la remueve va a
explotar. Fíjela en la nuca. Esto funciona especialmente con los niños
pequeños. El instinto de supervivencia hará el resto.
2.
El distanciamiento social. Mantenga la sana
distancia. El mejor espaciamiento posible va de metro y medio a dos metros. Así
que le recomiendo que se aleje de la gente. Dicho distanciamiento debe de
conservarse también en el trayecto a la escuela. Es probable que se me objete que no se puede
mantener en el transporte público. En ese caso, es importante que el
estudiante, si no puede transportarse en vehículo particular, se vaya caminando
a su institución educativa para evitar las aglomeraciones. Si los indígenas
tarahumaras pueden caminar por horas a las escuelas, su hijo también puede. Ya
en el espacio escolar es importante que se siga respetando también la sana
distancia. Para garantizarlo puede proporcionar al párvulo un “taser” que
servirá para marcar claramente los límites. Adiéstrelo en su operación. Aunque debe
ser enfático en sus indicaciones para que no lo utilice contra el profesor, pues
arriesga su calificación a un nivel exponencial. Ahora bien, si usted es
maestro y duda en usar el paralizador, siéntase con confianza de utilizarlo. Una
vez que esté conmocionado el infante, vuelva a disparar. Las convulsiones harán
que olvide quien lo atacó, e incluso, tendrá una conducta muy taimada el resto
del día en el aula.
3.
La ventilación. Ésta es un aspecto importante.
Muy pocas escuelas públicas y privadas hicieron adaptaciones realmente
efectivas en este rubro. Así que mi estimado usted puede hacerlas de manera
rústica empleando un balón de futbol o un bat. Es probable que no lo necesite
hacer. La vandalización de las escuelas seguramente ya habrá acondicionado la
ventilación de las aulas por usted. Otra opción más científica es que compre un
detector de dióxido de carbono portátil y suspenda la clase cuando el aire se
sature. Si quiere que la sesión se acabe tempranamente, le voy a dar una
recomendación. Exhale durante un minuto en una bolsa de plástico con el detector
adentro. Cuando la alarma suene, grite a todo pulmón, si es que el covid se lo permite,
“nos vamos a morir”. La estampida hará que el salón se desaloje más rápidamente
que en cualquier simulacro de evacuación previo.
4.
Evite la angustia. El miedo mata, aunque menos
que los virus. Recuerde que, según las estadísticas de la Secretaría de Salud,
solamente el 1.5 por ciento de los niños morirá de covid. Así que, en una
escuela con cien estudiantes enfermos, nada más uno de todos fallecerá. Sería
muy mala suerte que se trate de usted estimado alumno, o bien de su hijo, respetable
padre de familia. Si al gobierno esto le tiene sin cuidado, no veo por qué deba
importarle a un particular la vida de otro. Relájese. La escuela no cerrará con
contagios de covid porque el objetivo real del regreso a clases, es ir mandando
uno a uno a los estudiantes contagiados sus hogares para infectar a sus
familias y generar inmunidad de rebaño al estilo Mengele.
5.
La desinfección. La gente en la escuela debe de
lavarse frecuentemente las manos. Si tu escuela no tiene agua potable, entonces
utilce gel. Estimado padre de familia, si no está seguro de que en ella vaya a
haber gel o agua, le recomiendo que ate las manos de su hijo a la espalda con
una cuerda. Eso hará que no pueda tocar superficies contaminadas con sarscov 2 y
luego llevarse las manos a la cara. Es probable que contra argumente que su
hijo no va a poder tomar apuntes… Bueno, no se puede tener todo en la vida.
Siguiendo estas recomendaciones el estudiante estará bastante protegido. Las
medidas aquí estipuladas han sido concienzudamente diseñadas, al igual que el
plan de retorno seguro a clases de la SEP.
Pero si usted aún sigue con dudas, si le sigue pareciendo esto tan
confuso como la carta responsiva del gobierno federal, entonces hágale caso a
Gatell (al primer Gatell) y aplique con su hijo la de “quédate en casa”. Repito:
“quédate en casa”.
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