Francamente yo. Rompehielos
El único
verdadero problema filosófico es si la vida merece la pena ser vivida. Alberto
Camus. Buenas noches a todos.
Me llamo Ricardo. Quizá mi nombre no les represente más que una etiqueta.
Les voy a decir que hay detrás.
Nací derrotando a la muerte. No sólo fui el afortunado espermatozoide que sobrevivió en
una carrera, sino también soy el resultado de una lucha. Cuando mi madre se embarazó
era una situación de muy alto riesgo. Sin embargo nací. Mi etiqueta es
el nombre del ginecólogo que realizó el milagro. Crecí con mi progenitora y mi
abuela. Las dos eran mujeres guerrerenses muy aguerridas.
De joven caí en un “precipicio”. Un demonio me encadenó. Me sometió a un
mundo oscuro, sin tiempo, ni espacio. Hace poco acabo de derrotarlo, de romper
las cadenas con algo de ayuda. No les daré más detalles, pero estoy muy
orgulloso de eso.
Los años estuve atado a ese lastre,
tuve algunas pérdidas. Lo que más me dolió fue perder al amor de mi vida. Su
partida fue la campanada final para derrotar a este Leviatán. Es un ángel que
sin saberlo, me salvó. Traté de reconquistarla,
pero esa batalla no la gané Mas no es todo lo que la da sentido a la
vida.
Estoy construyendo la mejor versión de mí. He recobrado mi esencia, mis
sueños y mi libertad.
Con lo relatado hasta ahora, ya pueden comprender mejor el por qué soy
nervioso y tímido. No se vayan con la finta. No siempre soy así. Una vez que
entro en confianza, surge una persona bromista, leal, entregada. Además, debo de decir, que soy inteligente.
Eso me permitió salir a flote de mi problema y de otras circunstancias. Por
ejemplo, nunca reprobé una materia durante mi vida escolar y todo lo hice sin haber copiado. Mi inteligencia
moral me impide hacer trampa o abusar de los demás. Disfruto manejar bien mi carro, especialmente en carretera;
soy torpe para bailar pero gozo del rock de los ochenta, noventa y del pop de
Lady Gaga.
En unos cuantos meses me mudaré de
casa. Ese será el remate que simbolice
los cambios que estoy realizando. Disfruto de mi familia. Adoro a mis primos,
primas y orgullosamente tengo un ahijado.
Poseo un grupo de amigos que me han demostrado por años que lo son de
verdad. Me he acercado a la Filosofía desde una manera muy personal. Yo la
estudié porque quería crear historias. Quería ser escritor. Hago historias. En algunas tardes me
transformo en un lógico demente llamado Blogman Youns. Sí, soy filósofo y youtuber, rasgo típico de
un chavorruco premilenial. Amo bloguear.
Creo que Toastmasters me dará herramientas para hacerlo mejor, hasta que logre
que Yuya me pida le explique las reglas del silogismo. También doy clases. Eso
se debe a mi afán de ser veterinario… Me estoy capitalizando. Voy a viajar
mucho, conocer gente nueva, experimentar muchas cosas buenas que ofrece el
mundo. No sé qué me depare el futuro, pero voy a tratar de vivir plenamente.
Fluiré, descubriré y daré. Sobre todo
haré lo último. Esto es lo que hay
detrás de la etiqueta del nombre
“Ricardo”.
Porque el sentido de la vida no radica en esperar algo de ella, sino en
dárselo. Estoy viviendo el Carpe Diem. Porque cuando me venza la Parca, podré
decir: ha valido la pena. Hoy, ayer y
siempre. Porque no importa el final, sino lo que se vive en el camino. ¡Señores, el único verdadero problema
filosófico ha sido resuelto!
Comentarios
Publicar un comentario