Mileto

  Un adverbio es una palabra invariable (que no cambia en género, ni número) que afecta al verbo y al adjetivo. También afecta a otros adverbios, e incluso, puede modificar a oraciones.   Es decir, el adverbio no tiene flexión, pero establece una relación de modificación entre distintos tipos de complemento circunstancial, pero también se les halla modificando a los adjetivos del sujeto. Pueden estar constituidos por una o más palabras.   Hay varios tipos de adverbios, según la clase de modificación que realice: lugar, tiempo, modo, cantidad. Es decir que establecen una relación de un dón¿e, de un cuándo, de un cómo y de un cuánto.   Los adverbios de lugar son: aquí, allí, ahí, allá, acá, arriba, abajo, cerca, lejos, adelante, delante, detrás, encima, debajo, enfrente, atrás, alrededor”. Los adverbios de tiempo son “antes, después, luego, pronto, tarde, temprano, todavía, aún, ya, ayer, hoy, mañana, anteayer, siempre, nunca, jamás, próximamente, prontamente, anoche...

  Un verbo es una palabra que expresa una acción, una realización o bien un estado de un sujeto. Los verbos no son palabras invariables, sino que se conjugan respecto al sujeto, pero son el núcleo del predicado. En este sentido, el verbo es una palabra que manifiesta una gran complejidad gramatical porque se adecua a varias personas gramaticales, a un número gramática, a un tiempo y a un modo (actitud del hablante ante la acción verbal), aspecto (actitud del hablante ante el desarrollo de la acción verbal) y voz (relación entre el sujeto, el verbo y el objeto). Todos esos accidentes gramaticales están supeditados a una desinencia que afecta a una raíz. A veces los verbos actúan de manera simple, o bien, de manera compuesta con otros verbos y otras palabras.   Los verbos, de acuerdo, a su manera conjugarse, también pueden dividirse en regulares e irregulares.   Los primeros tienen una forma homogénea de conjugación. Tienen sus variaciones según su terminación: “ar”, “er”, ...

  Vivimos en un mundo rodeado de palabras. Las palabras son instrumentos que usamos para todo. Pero también las palabras son estructuras que organizan al mundo, permiten comunicarnos y expresarnos. Cuando mencionamos una palabra, podemos pensar en lo que la definición de la RAE propone: es una “Unidad lingüística, dotada generalmente de significado, que se separa de las demás mediante pausas potenciales en la pronunciación y blancos en la escritura”. [1] Las palabras son como los átomos del pensamiento que se organizan en enunciados y éstos en discursos.   Todas las lenguas del mundo tienen palabras, no existe ningún idioma sin ellas. Son las estructuras del lenguaje más intuitivas y, además, las más parecidas a los objetos físicos de la realidad. [2] Por eso se puede decir que es la “unidad mínima con significado que se puede pronunciar de manera aislada”. [3] Así como se sabe que en la naturaleza el átomo tiene núcleo y electrones, se sabe que las palabras tienen en s...

  Los pronombres son palabras que se usan para sustituir un sustantivo y referirse a él sin mencionarlo. Efectivamente hace las veces de éste para referirse a personas, animales o cosas reales de manera directa (pronombres personales) o de manera indirecta (posesivos, demostrativos, indefinidos e interrogativos).   Los pronombres dependen del contexto lingüístico para significar, no tienen un significado autónomo propio. Por ejemplo, “él” es un pronombre. Su significado depende del contexto, puede referirse a una persona (Juan es plomero y él es habilidoso) o bien a un animal: “él es mi perro, se llama Fido”. Los pronombres son categorías universales, en el sentido de que todas las lenguas utilizan pronombres. Pronombres personales Los pronombres personales tienen rasgos característicos de la persona. Designan a los participantes del discurso. Se pueden referir al hablante, al oyente o a alguien más. Se pueden expresar en primera, segunda o tercera persona. Se expresan e...

  Un adjetivo es un tipo de palabra que modifica al sustantivo y se dice de éste aportándole varios significados.   Los adjetivos predican propiedades o cualidades. En la tradición se le ha considerado como un tipo de nombre que se oponía al sustantivo, o como un accidente que se predica de una sustancia. Los adjetivos tienen concordancia gramatical con el sustantivo.   Los adjetivos modifican a los sustantivos, pero también a los verbos infinitivos sustantivados y a algunos pronombres. Un adjetivo puede ser una palabra variable (afectada por el género y el número) o invariable (que se aplica por igual independientemente del género y del número). Son de dos tipos: calificativos y determinativos. Los primeros designan cualidades. Los segundos especifican cantidad y cuáles entidades están siendo representadas en un grupo nominal. Los sustantivos determinativos son, a su vez, de seis tipos:   demostrativos (éste, ese, aquello y sus variaciones en género y número), l...

  Estamos en un mundo en crisis. Si bien en cada época eso se ha sospechado, este mundo realmente lo está. No solamente hablo de una supuesta problemática de valores, sino me refiero a muchos otros asuntos espinosos, como: el cambio climático, el ecocidio, la seguridad pública e internacional. Ante un mundo tan pesimista, ha surgido la tendencia hacia la positividad. De ahí que exista la psicología positiva.  Ante un escenario tan caótico pareciera que la positividad es el antídoto para sobrevivir y progresar.   La positividad está ligada al optimismo, la felicidad y la aceptación.  Nada de malo hay en esto.  Aristóteles pensó que el fin del hombre está en la felicidad.  ¿Qué de malo hay en querer ser feliz? ¿Qué puede haber de malo en buscar lo mejor de cada cosa? ¿Qué puede haber de malo en aceptar las cosas como son?  Suena bien. Sin embargo, confieso: no soy positivo.  No, no me malinterpreten, no es que no quiera ser feliz, lo intento, p...