Falacia de composición
La composición es
una falacia donde se pasa indebidamente de lo particular a lo universal.[1]
Consiste en atribuir una característica particular de un individuo al resto de los seres de su especie, como si
dicha característica fuera universal; o bien, adjudica falsamente una propiedad
de la parte al todo. Ej.
Los lentes de Juana son para la miopía, Los lentes que usa
Felipe también son para la miopía, Eduardo usa lentes para la miopía; por lo
tanto, todos los lentes sirven para la miopía.
La conclusión anterior es falsa, pues los lentes sirven para
otras deficiencias visuales.
[1] Alejandro Herrera y José Alfredo Torres dividen la falacia de
composición en dos tipos: 1) de las partes al todo, 2) de los miembros al
conjunto (Cfr. Alejandro Herrera y José Alfredo Torres, Falacias,
Torres Asociados, México, 1994, p. 39). Igualmente me parece que esta
falacia puede funcionar para los casos o
circunstancias particulares que se pretendan generalizar como si fueran un caso
o circunstancia general. De tal manera, la llamada falacia de generalización
apresurada o de accidente inverso, queda contemplada aquí. Y por supuesto
también dentro de este tipo de falacia podemos incorporar como una subclase, si
se quiere, al falacia de referencia
insuficiente, la cual cree demostrar una conclusión a partir de dos
premisas que constan del mismo grado de particularidad, respecto al término
medio, pero uno de sus términos extremos es considerado como si tuviese mayor
universalidad. Al final, la conclusión obtenida, también se torna en una afirmación dudosa y, aunque aquí la
conclusión en cierta forma también es irrelevante, desde un principio se había
querido demostrar lo que se quería. Alejandro Herrera y José Alfredo Torres dan
el siguiente ejemplo: "Los OVNIS son naves extrañas porque provienen de
otros mundos, dice A. Pero, ¿cómo sabes que son de mundos diferentes al
nuestro?, pregunta B, Ya lo dije -remata A- porque se comportan de modo
extraño".
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