Entrevista CIANI
Estos son tiempos
de colesterol, obesidad y estereotipos de belleza exigentes. Son momentos en
los que los niños viven encerrados en sus casas, casi no hacen ejercicio,
consumen mucha comida chatarra, los padres cocinan alimentos prácticos e
hipercalóricos, y educan con premios y sanciones alimenticias: “si te portas
bien, te doy un helado”. Así pues, los niños aprenden a manejar la ansiedad
escolar y familiar con alimentos. DE acuerdo con la OMS la obesidad hoy en día
puede ser calificada como una pandemia no infecciosa, y en el caso mexicano,
cifras de la Secretaría de Salud indica que en los últimos 20 años la
incidencia de la obesidad ha crecido en el país de manera alarmante. Así pues,
vivimos una época en la que, según la Doctora Isabel Álvarez Navarrete,
directora médica de la fundación CIANI, la población mexicana se encuentra
posicionada en primer lugar de obesidad infantil y de adultos a nivel mundial
(aunque en E.U.A. los casos sean más mórbidos).
CIANI son las
siglas de Clínica Integral de Alimentación y Nutrición Infantil. Es una
asociación civil que empezó a operar en mayo del 2010. En ese breve lapso que
lleva de existencia, se ha dedicado a una noble labor: la atención de los
problemas nutricionales de la infancia de las clases bajas y medias de la
Ciudad de México y entidades federativas vecinas. Ante el aumento significativo
de la obesidad y otros trastornos de la alimentación, y frente a la poca
cultura de prevención que tenemos en nuestro país, esta organización ha lanzado
un programa semestral de atención integral de dichos padecimientos, el cual
contempla las áreas médica, nutricional y psicológica. En “Alimentando nuestro Futuro” (así se llama
el mencionado programa) se calcula el índice de masa corporal de los pacientes,
se hace un estudio diagnóstico y se ofrece un tratamiento de seis meses que no
sólo incluye a los menores, sino también involucra a los papás, de tal manera
que se les enseñe a a balancear la
alimentación familiar y a llevar cinco comidas ideales para todo ser humano al
día (desayuno, comida, cena, lunch escolar y una colación vespertina),
consumiendo, por supuesto, todos los grupos alimenticios. Esta asociación no vende dietas mágicas o
maravillosas bajadas de internet. Ellos científicamente balancean sus alimentos
y toman en cuenta las limitaciones de tiempo de los padres. Permite que en dos
sesiones de cocina semanales, se puedan preparar productos para ser consumidos
por la familia cada siete días.
Más aún, la
doctora Álvarez advierte que las dietas que en muchos lados que se promueven
suprimiendo grasas, tortillas, pan o frutas no funcionan, ya que se requiere
consumir de todo un poco y, pues, cuando el paciente vuelve a consumir el
producto omitido, viene el popularmente conocido “rebote”, que hace que la
gente vuelva a subir de peso. Igualmente, esta galena especializada en
nutrición, señala la importancia de educar el paladar de los niños desde la
ablactación (período en el que se pasa de la lactación a la dieta sólida) para
que los infantes aprendan a aceptar y querer todo tipos de sabores, y aprendan
a consumir verduras. Ella nos señala que nuestras papilas gustativas están
diseñadas para muchas variedades de estímulos y esto no debe ser descuidado si
se quiere lograr una dieta variada y adecuada.
La experiencia de
CIANI respecto a este proyecto educativo y médico ha sido interesante. La
mayoría de sus pacientes son gente con casos de sobrepeso y obesidad, pero
también han atendido problemas de peso bajo y trastornos no específicos de la
alimentación. Sus pacientes oscilan entre los 3 y los 15 años de edad. Tres de
ellos ya han terminado el programa integral y el resultado ha sido
exitoso, ya que responsablemente esta
organización da seguimiento a sus atendidos, refuerza y vigila los cambios
obtenidos en el infante y sus padres. Esta organización no pretende crear
pacientes dependientes de su servicio. Digámoslo con claridad y a título del entrevistador:
no lucran con la salud alimenticia, como lo hacen otro tipo de instituciones y
que venden onerosos programas de quince mil pesos para bajar de peso. Ahora
bien, volviendo a las palabras de la doctora Álvarez, ella señala que CIANI
apuesta por el devenir del país, le apuestan a la medicina preventiva y no a la
curativa. El cuerpo de expertos en salud de esta organización, considera que, aunque se
puede hacer mucho por la población adulta con obesidad, es clave la atención de
los niños, ya que la intervención oportuna en sus trastornos alimenticios
permite hacer cambios con más facilidad en las personas en la edad temprana,
que posteriormente. Además, la obesidad infantil, si es combatida oportunamente, atacaría a
muchas co-morbilidades, que en unos años podrían colapsar aún más a nuestro
sistema de salud pública, a saber, enfermedades como la diabetes, enfermedades
cardiovasculares, hígado graso, dislipidemias (alteraciones de los lípidos en
el cuerpo) y hasta la depresión (con sus respectivas implicaciones de
autoestima y aceptación social, en algunos casos).
Si hoy en día
tenemos que la vida del mexicano ha cambiado, que el TLC hizo que la
importación de productos norteamericanos y canadienses cambiara nuestra dieta,
si además, nuestro estilo de vida los vuelve más sedentarios y pragmáticos
respecto a nuestros hábitos alimenticios, institutos como CIANI nos recuerdan
que es importante hacernos responsable de nuestra alimentación, ya que somos lo
que comemos y pagamos tarde o temprano la factura de los errores alimenticios.
Así que, ¿por qué no evadir esos problemas, corregir y educar antes de que sean
irreversibles?
Consecuentemente, CIANI acude a instituciones
educativas –por ejemplo el Colegio México y la Escuela Fernando Badillo- y da
conferencias gratuitas a los alumnos, también ha asesorado a empresas, e incluso ha colaborado con organismos de la
talla del Centro de Alto Rendimiento de la CONADE. Hasta el momento su zona de
acción ha sido el Distritito Federal, Querétaro e Hidalgo, y poco a poco irá
expandiendo sus servicios a otras regiones del país. Ahora bien, si
consideramos que esta fundación excluye a los adultos, sería un error, tan es
así que ha asesorado y asistido al personal de seguridad de Gas Natural México
para combatir el problema de la obesidad entre sus miembros. Si CIANI se ha
enfocado en la infancia es porque quiere combatir el problema de raíz: yendo a
la juventud y a la educación.
Igualmente, y por esta misma razón, imparte talleres, conferencias y,
más aún, está organizando el Primer Congreso Iberoamericano de Medicina y Nutrición
Infantil, que se llevará a cabo los días 22 y 23 de septiembre del presente año
en el Centro Banamex, y cuyas ganancias serán destinadas para becar entre
setecientos cincuenta y mil niños, para que puedan ser asistidos por esta
organización en el control de sus problemas de alimentación. Todavía existen
empresas nobles, grupos que no se rigen ni por la ambición de dinero o de
poder, que su objetivo es ayudar de manera profesional y con ética. CIANI, es
un ejemplo, así que si alguno de ustedes, lectores lasallistas sabe de alguien
que esté buscando este tipo de ayuda podrían consultar a estos expertos,
haciendo contacto a través de http://www.ciani.org.mx o de
los teléfonos 55 33 49 37 y 42 03 57 986. Si su hijo padece de obesidad,
sobrepeso, algún otro trastorno alimenticio, si su empresa requiere de mejores
trabajadores, más plenos o más sanos, o si, como padre, Usted se quiere
asesorar para alimentar correctamente a su hijo, busque, asesórese y evite las
enfermedades asociadas a la mala alimentación. Rebasemos un poco el discurso
nacionalista. Limitémonos a ponernos un poco vitalistas, y digamos “Yo soy yo y
mis alimentos”. Póngase las pilas y vea que lo que come, puede determinar
drásticamente su futuro.
¿Indivisa Manent?
Sí, pero también: “bon apetit”. (Entrevista publicada hace unos años en la revista Indivisa Manent).
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