Discurso de presentación de Cuauhtémoc Cárdenas (inaudito).
En su nombre se
sintetiza la última resistencia mexica frente al extranjero invasor, homónimo de uno de los tlatelolcas más nobles,
el águila que desciende. Es heredero de la cultura política de uno de los
mejores presidentes de la Historia de México -dicho por historiadores y
políticos de izquierda y derecha-, aquel valeroso general que expropió la
industria petrolera, que puso fin al Maximato del presidente Calles y tuvo una
política de cariz social que tardíamente hizo justicia a la Revolución
Mexicana.
Este
vástago también ha hecho sus travesuras, como poner en jaque al dedazo, al
proyecto neoliberal de Miguel de la Madrid, al presidencialismo y al monopolio partidista. Logró
unificar a las izquierdas tanto radicales como moderadas, fundó un partido
político nuevo en su momento, el PRD, que descompuso y recompuso los equilibrios de
poder. Dicho evento costó sangre y vidas, amenazas y hasta lesiones a su propio hijo -cosa poco sabida- y a la integridad misma de
nuestro invitado, quien se libró de un atentado contra su vida en Estados Unidos gracias a la intervención
del FBI. No les estoy contando una película. Es realidad.
Este hombre es ingeniero civil por la UNAM, y en su juventud militó en el
PRI. Sus intereses lo condujeron a trabajar en torno al desarrollo comunitario,
al proyecto de la presa José María
Morelos del Río Balsas y la siderúrgica de Lázaro Cárdenas, Michoacán. Es de nacimiento capitalino, pero michoacano
por la tradición familiar. Es un tenochca purépecha, inconquistable por
definición. Fue, además, senador y gobernador de Michoacán y el primer jefe de
gobierno del Distrito Federal electo democráticamente.
Ha leído más libros que otros políticos, ha escrito varios ensayos y
obras propias. Ha sido profesor invitado en universidades norteamericanas, porque él sí sabe hablar inglés, no tiene una
casa blanca en las Lomas de Chapultepec. Se casó por amor y no por
conveniencia. Tampoco tiene vínculos con
el grupo Higa. No ha hecho fraudes electorales, más bien los ha padecido. Nunca
reprimió a nadie, como otros han hecho en Atenco o Apatzingán, ni movió sus contactos
para callar a periodistas críticos con su
administración. Más bien fue víctima de un linchamiento mediático el
cual no quiso reprimir cuando mataron a Paco Stanley. Carmen Aristegui, José
Gutiérrez Vivó y Pedro Ferriz hicieron su labor periodística sin censura cuando
él ostentó el poder.
Lo digo con claridad: en 1988 ganó la presidencia de la República
Mexicana, pero una pequeña caída del sistema de conteo de votos esfumó mágicamente su clara ventaja.
Responsable ante la sociedad, no llamó a las armas, concilió con un usurpador
que resultó ser uno de los dirigentes más
maquiavélicos y perversos de la historia reciente de México: Carlos
Salinas de Gortari, el enemigo favorito de Andrés Manuel López Obrador.
El proselitismo de nuestro huésped indirectamente causó el surgimiento
del IFE, que ahora es el INE, organismo regulador de las elecciones que actualmente
es dirigido desde Buenavista.
Este hombre en la actualidad no es
miembro de ningún partido, pero sigue activo en la política a sus ochenta años
de edad. Pocas personas en su gremio pueden jactarse de eso. El sexenio pasado
fue uno de los organizadores de los festejos del Centenario y del Bicentenario de
la Revolución e Independencia. No participó del fraude de la Suavicrema.
En este momento es Coordinador de Asuntos Internacionales del Gobierno
del Distrito Federal. No es un individuo perfecto, mas no es función de un
anfitrión echar guayabazos a un distinguido asistente, que ya bastante ha sido
denostado por Televisa y TV Azteca. Es un humano con aciertos y errores, con
fans y detractores. Indudablemente es un ícono, un referente importante de la historia política mexicana de
la segunda mitad del XX y la primera del XXI, líder moral de las izquierdas, opositor por sus ideas
políticas y no por vocación. Cuando vio el entreguismo, saqueo e inoperancia
del PRI en los años ochenta, se salió de
él, supo crear un nuevo instituto político y salirse de éste cuando se volvió
un servil órgano de intereses hegemónicos.
Su vida ha tratado de ser coherente con sus ideales socialistas,
nacionalistas y humanitarios que permiten calificarlo como un hombre de Centro
Izquierda que ha tenido el honor de haber crecido y convivido con grandes
personajes y mentes del siglo pasado: Lázaro Cárdenas, Fidel Castro, Frida
Kahlo, Heberto Castillo, Narciso Bassols, entre otros. Independientemente de
nuestras filias y fobias ha sido partícipe de la hechura de la Historia, es el
Águila que desciende, el tenochca purépecha, cardenista por sangre y filiación.
Con nosotros está aquí el Ingeniero
Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, quien impartirá una conferencia.
uy que controversial
ResponderEliminarEs tan controversial que siento que podría ser fácilmente censurado.
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