El vegetarianismo

El vegetarianismo o vegetarismo es la práctica dietética de consumir alimentos vegetales, absteniéndose de la carne y/o de otros productos de origen animal.
No obstante, en el vegetarianismo hay grados. Existen los vegetarianos no estrictos o impuros. Entre estos hay quienes consumen carne roja esporádicamente, o bien carnes blancas (pollo y pescado) con mesura pero con regularidad. También suelen consumir miel de abeja. Existe dentro de este rubro un vegetarianismo que se le denomina ovolácteo, que prescinde de carnes, pero que permite el consumo de huevos y productos lácteos. O unos más completos que consumen huevos, producto de la leche y miel (apiovolácteovegetarianismo). Algunos vegetarianos optan por vegetales y huevo solamente (ovovegetarianismo), vegetales y productos lácteos únicamente (lactovegetarianismo), o vegetales y miel (apivegetarianismo). Luego está el veganismo o vegetarianismo estricto o puro, que implica la renuncia al consumo de cualquier producto animal.  Entre éstos hay quienes aceptan  el uso de azúcares refinados, de alimentos de conserva, y hay quienes no. Lo cierto es que casi todos ellos aceptan la cocción de los alimentos.  Pero hay quienes no la aceptan, está aquí el grupo más radical  dentro del veganismo: el crudismo que es una práctica de consumo de alimentos vegetales en estado crudo, sin cocción o bien a lo mucho, teniendo tibia la comida. Gran parte de los vegetarianos prefieren los alimentos orgánicos a los procesados o envasados.   
Las razones para practicar el vegetarianismo pueden ser filosóficas o religiosas. Debido a estas últimas razones, es que el vegetarianismo es bastante antiguo. Se suele encontrar alimentación vegetariana entre hindúes y budistas, quienes consideran que la vida animal es sagrada. En el judaísmo y el Islam existe la prohibición de consumo cárnico de algunos animales, como el cerdo. En el catolicismo hay mayor libertad de consumo de alimentos. Esto está basado en la sentencia bíblica de Cristo que señala que “lo que contamina al hombre no es lo que por su boca entra, sino lo que de ella sale”. Así sólo hay una dieta no cárnica en la época de vigilia y en ciertos ayunos. No obstante ha habido prácticas vegetarianas en algunos grupos cristianos, como entre los monjes trapenses de 1666, y actualmente, los Adventistas del Séptimo Día. También el vegetarianismo fue recomendado por algunos filósofos griegos y romanos. Por ejemplo, los pitagóricos solían seguir una dieta vegetariana.
El vegetarianismo occidental contemporáneo surgió en Manchester, Inglaterra entre los miembros de la Iglesia Bíblica Cristiana. Pero también fue una práctica que empezó a imitarse entre gente menos religiosa. Así surgió en 1847 la Sociedad Vegetariana en esa misma ciudad. De hecho las palabras “vegetariano” y “vegetarianismo” surgieron con esa agrupación. Es un neologismo. Anteriormente a esto, solamente se encuentran referencias a la “dieta vegetal” y la “dieta pitagórica”. En el siglo XX, el movimiento New Age impulsó fuertemente la moda vegetariana.
Las razones religiosas –de las religiones tradicionales- del vegetarianismo se reducen a prescripciones de orden divino que pueden tener ciertas explicaciones de carácter sociológico. Por ejemplo, los cerdos consumen mucha agua en los medios desérticos, o las vacas eran más útiles vivas como animales de trabajo en la India.
Las razones filosóficas –que en el New Age se pueden mezclar con razones religiosas- están vinculadas a: 1) evitar matar animales y la crueldad hacia ellos; 2) cuidar la salud, 3) cuidar el medio ambiente, 4) revertir el derroche económico que conlleva la ganadería que es muy cara e invertir ese dinero en acabar con los problemas de hambruna en el mundo.
J.M. Mulet menciona que los problemas de los argumentos vegetarianos son varios. Se quiere evitar matar animales, pero se tiene que matar insectos para cuidar los campos de cultivo, ya un terreno de cultivo quita espacio a los ecosistemas naturales, reduciendo las posibilidades de vida salvaje y que los agricultores suelen matar animales que resultan peligrosos en su entorno (tigres, víboras, etcétera.  Si bien la dieta vegetariana reduce las posibilidades de un accidente cardiovascular ocasionado por el consumo de grasas animales, el vegetarianismo no garantiza evitar la obesidad o la diabetes (hay vegetarianos que comen muchos vegetales y azúcares) y arriesga con mucha facilidad a tener una deficiencia nutricional, como la carencia de aminoácidos como la metionina y la lisina, deficiencia de vitamina B12, vitamina D, hierro o de zinc. Entonces se debe de tener una dieta muy equilibrada entre los vegetarianos para evitar estos problemas, por ejemplo, incluir cereales, legumbres o una dieta ovoláctea. Muchos vegetarianos muestran desnutrición o anemia. Lo correcto es acercarse a asociaciones vegetarianas, a nutriólogos competentes o a vegetarianos expertos, para tener una guía que evite esos problemas.  Muchos de los vegetarianos que  lo han sido tradicionalmente por generaciones en la India, no han tenido graves problemas de salud (otros sí). Paradójicamente la deficiencia de vitamina B12 hace que las plaquetas no funcionen correctamente, y puede conducir también a un accidente cardiovascular. Es cierto que una dieta vegetariana bien controlada, puede ayudar a mejorar en el caso de enfermedades como el reumatismo o la neurodematitis, pero no ayuda con todas. Por el otro lado, el vegetarianismo no ayuda a reducir las posibilidades de cáncer, excepto el cáncer de colon (lo cual ya es bastante bueno).  Respecto al impacto medioambiental Mulet le da la razón a los vegetarianos, el impacto ecológico que produce la agricultura es menor al que produce la ganadería. El gasto en agua, comida y climatización es menor. Por otro lado, la emisión de dióxido de carbono y metano que producen los animales con sus heces y sus flatulencias es importante, colaborando fuertemente en el efecto invernadero. Respecto al fuerte gasto económico que implica la ganadería, esto es un hecho, el problema es que el abandono de ésta no acabaría con los problemas de hambruna por sí sólo, ni mágicamente motivaría a las buenas conciencias a invertir en la solución de los problemas de hambruna. El problema de hambruna de la humanidad es más complejo, y por desgracia, es de carácter ético y no económico. La injusticia y el egoísmo humanos son factores de mayor peso en las hambrunas que la ganadería.
En conclusión, se sea vegetariano o no, se tiene un impacto ambiental que provoca muertes de animales, se contamina. El vegetarianismo ayudaría a reducir en el mundo las emisiones de CO2, pero demandaría la ampliación de terrenos de cultivo con la muerte de varios ecosistemas si toda la humanidad se hiciera vegetariana. El vegetarianismo por sí sólo no garantiza la salud. En términos científicos la mejor forma de vegetarianismo es la ovoláctea. El vegetarianismo tampoco genera sociedades más justas, aunque ciertamente está inspirado por razones éticas y una buena voluntad. Finalmente el vegetarianismo es una decisión personal, que si se toma, se debe de hacer responsablemente, conociendo sus pros y contras.

Bibliografía


https://es.wikipedia.org/wiki/Vegetarianismo (consultado el 16 de abril de 2017).
https://www.youtube.com/watch?v=IrgR74RG9Ak (consultado el 16 de abril de 2017).
"Vegetarianismo." Microsoft® Encarta® 2006 [DVD]. Microsoft Corporation, 2005.

J.M. Mulet, Comer sin miedo, edit. Paidós, México, 2014. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Proposiciones atómicas y proposiciones moleculares

¿Qué son las artes menores?

¿Qué es un instagrammer?