Por qué Adriana debe de hacer ejercicio

-Ejemplo de un discurso humorístico con intención persuasiva.

“Mente sana en   cuerpo sano”; así dice  el viejo proverbio griego. Platón, posiblemente el filósofo más famoso de la humanidad,  llevó a la práctica este estilo  de vida. Vivió cerca de ochenta años en una época en la cual la mortandad rondaba los cuarenta. Nosotros queremos que Adriana sea tan sana y  longeva, como el deportista Platón.  Por  eso,  debe de hacer ejercicio.
Seguramente se están preguntando qué interés puede provocar una exhortación a Adriana para que se ejercite. También se cuestionarán quiénes somos “nosotros”. La respuesta es: mi primo y yo, pero “nosotros” es una abstracción de la humanidad. Como lo dijo el dramaturgo latino Terencio: “nada humano me es ajeno”. Por lo tanto, Adriana es parte de nosotros, todos somos Adriana.  Ella es un arquetipo de la necesidad humana de ejercitamiento.
  Es probable que esta mujer se niegue a hacer ejercicio por carecer de tiempo, porque le resulte oneroso, porque se sienta cansada y porque crea no necesitarlo.  Sin embargo, no hay nada más falaz que esto. La Administración del Tiempo Libre ha demostrado que destinamos los recursos de nuestras horas de ocio a las cosas que nos importan. Además, el ejercicio puede ser  breve y gratuito. Si no sabes cómo, te puedo recomendar aplicaciones deportivas como Coach de Cigna, Nike Fitness o Samsung Health.
Ésta es Adriana en unos años sin hacer ejercicio. Ésta es Adriana siendo fitness. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la inactividad es una de las principales causas de mortandad entre los seres humanos.  En el mundo, solamente uno de cada cuatro adultos tiene un nivel suficiente de actividad física.  En México el 57.6 % de los adultos no realiza ejercicio alguno. Conforme la edad aumenta, el porcentaje de sedentarismo crece. Pasa de un 30% entre jóvenes a un 70% entre adultos mayores.  Y si tienes la crisis de los treinta, espérate a la de los setenta.  El ejercicio ayuda a prevenir enfermedades como la obesidad, la diabetes, y padecimientos coronarios, mejora el estado de ánimo, eleva la autoestima,  la calidad de vida y acomoda en su lugar las partes que ya estaban caídas.
Imaginemos cosas chingonas: que Adriana viajara a Irlanda. Conquistaría a los irlandeses y representaría orgullosamente a nuestra nación -y a Avanzados Evolución-, con un cuerpo escultural producto del ejercicio. O si fuera perseguida por Mario Hernández o una iguana gigante, ella podría huir más rápido si se ejercitara. Los beneficios son muchos.
Pero, el cultivo del cuerpo no es una acción pragmática o vanidosa y nada más; es ante todo, el re-encuentro con el ser.  Como decía Maurice Merleau-Ponty, el hombre es carne, el mundo es encarnación. Cuidar del cuerpo, es cuidar de uno y del cosmos. Es formar también la personalidad en disciplina y hábitos. Te hablo a ti Adriana, aquella “Adriana” que todos llevamos dentro. Te invito a que seas  buena no sólo por dentro, sino también estés buena por fuera. Mente sana en cuerpo sano.

Fuentes:

https://www.reforma.com/aplicacioneslibre/articulo/default.aspx?id=1308858&md5=fe89c781c6e55915b5754c58fcdd7b13&ta=0dfdbac11765226904c16cb9ad1b2efe

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